Yo, el más viejo de la fiesta: treinta años.

Washington Post: “El presidente tropezó repetidamente, y el expresidente hizo afirmaciones falsas repetidamente”.
WSJ: “Una actuación titubeante en el debate desata la confusión en el partido sobre el candidato para 2024”.
A un año de la muerte del escritor Edmundo Desnoes, nuestra revista comparte un capítulo del libro ‘Landing in New York’, de Felicia Rosshandler, pareja del escritor. Traducción, revisada por la autora, de Orlando Luis Pardo Lazo.
Con gafas de escolta, bigotín de la KGB, pañuelito de Luis Vuitton (¿regalo de Ana de Armas?) y su impecable look de chulo con traje y corbata, desde un poster de autopropaganda nos sonríe feliz.
No hay mejor ni peor metáfora que la de ese animal “fajado por Dios, que entra poderoso en el desfiladero”, para observarme a mí mismo en un devenir. El de Cuba. O, mejor, el de la Revolución.
Una agonía merecedora de la altura griega de la palabra ʻtragediaʼ: la persistencia de un héroe ante una fuerza insuperable que lo confronta.
‘Quiero’ es un libro sobre fantasías sexuales femeninas. Yo quiero hablar de César Aira.
Luz Escobar es periodista y fotógrafa. Durante su trayectoria, ha recibido múltiples reconocimientos, incluido el Premio Libertad de Prensa del diario español ‘El Mundo’.
Muchos cubanos le otorgábamos cada año el Nobel de Literatura al novelista checo. Cada octubre era una nueva oportunidad de abominar de la miopía de la Academia sueca, o de su mezquindad.
Recupero este fragmento de mi novela inédita ‘En clave blen blen’ (2011), sobre la vida del rumbero cubano y compositor Chano Pozo, tras la repentina muerte de mi amigo Emilio Ichikawa (1962-2021).
Se tantean los límites del lenguaje, un reclamo a la coescritura, la participación despierta, la completitud que exige cierto talante o competencia literaria. La exigencia, en suma, de un lector comprometido.
El presidente ucraniano Zelenskyy visita Washington para mantener conversaciones cruciales con el presidente Biden y el Congreso, en medio de debates sobre la ayuda adicional.
¿A alguien le resulta familiar la situación? Cualquier semejanza con la realidad cubana no es pura coincidencia.
El gobierno ruso ha negado las comunicaciones al líder opositor Alexey Navalny. Su equipo y abogado mantienen las solicitudes de prueba de vida.
Con el fin de evitar su posible resurgimiento a partir de 2024, un juez federal prohíbe la política de separación de familias migrantes de la era Trump hasta 2031.
El Congreso se enfrenta por el sector privado cubano; María Elvira Salazar lidera el escepticismo del GOP, lo califica de artimaña gubernamental, mientras que los demócratas abogan por el compromiso y el reconocimiento.
El senador Bob Menéndez cita la historia cubana de su familia en defensa del hallazgo de 480 000 dólares en efectivo en su domicilio.
Costa Rica ofrece ayuda a los inmigrantes nicaragüenses, cubanos y venezolanos con una Categoría Especial Temporal, que ayuda se les deniega el estatuto de refugiado.
Personajes que, sin contarlo, han brindado su música y su arte para la cúpula del poder en bodas y cumpleaños.
Los veinticinco años transcurridos desde la desintegración de la URSS hasta la reciente visita del presidente norteamericano Barack Obama, han visto a la sociedad cubana debatirse en un precario equilibrio entre la miseria y el orgullo, entre el agobio y la codicia, entre la ira y el temor, entre el nacionalismo provinciano y el autodesprecio servil.
La poesía cubana es un producto que también participa en festivales, y los festivales son orgías económicas con caras de corderitos.
“No creo que la Muestra haya sido nunca una oficina autónoma ni un proyecto autónomo. Claro, aspiraba a esa autonomía. Estaba justamente a medio camino entre la independencia y el compromiso con la institución, con lo mejor de ella”.
“El deseo urgente de evadir la realidad nacional y el servicio militar obligatorio, me llevaron a estudiar arte. Haber sido alumno de Antonia Eiriz, luego mi amistad con Servando Cabrera Moreno, Raúl Martínez y Umberto Peña, junto con la convivencia y el apoyo de mi madre, Thelvia Marín, fueron elementos decisivos en mi formación”.
Ubicada en el Vedado, en la calle J entre 25 y 27, la librería de Alejandro Mainegra y Yoan Rivero es un oasis. Gracias a Alejandro he podido encontrar los libros que necesito leer para lanzarme a escribir mi novela. Hoy me da la posibilidad de indagar un poco en Hypermedia Magazine sobre un espacio que es bien necesario.