Su reino era su casa y su trono un cómodo sillón desde donde enfrentó la vejez, la ceguera y lo peor.

Su reino era su casa y su trono un cómodo sillón desde donde enfrentó la vejez, la ceguera y lo peor.
José Alfonso Almora (Cuba, 1962) es periodista. Sus reportajes y entrevistas han marcado hitos en el periodismo cubanoamericano. Es reconocido por sus cara a cara con Hugo Chávez y Fidel Castro. Actualmente realiza el programa de opinión “A esta hora con Almora”. Reside entre Miami y Madrid.
Las maravillosas estatuas de otros tiempos han sido desfiguradas o retiradas… El imperio iba desmoronándose de modo inexorable y la ligazón cultural se disolvía.
Fragmento del libro ‘El infinito en un junco’ de Irene Vallejo (Siruela, 2019).
Los derechos culturales y socioeconómicos parten de un principio de obligación estatal del que se desentiende la institucionalidad en Cuba.
“Caminé a lo largo de los blancos salones sobrecogido por cuanto se alzaba ante mí, pero ya mi cabeza se había estremecido tras ver, no más entrar, el enorme óleo sobre tela ‘The Ascension Of The Liminal Theater’”.
Comienza la quinta edición del Festival de Cine INSTAR, fechada del 28 de octubre al 3 de noviembre de este año 2024.
El Banco de semen Hombre Nuevo se construyó en el sótano del monumento a José Martí en la Plaza de la Revolución.
Claudia González Marrero ha publicado ‘Literatura, política y sociedad: Cuatro representaciones de imaginarios en la Revolución cubana’ (2021) y ‘Cultura, comida y poder: Doce diálogos con artistas e intelectuales cubanos’ (2024).
Duannis se encuentra de nuevo en una celda de castigo, golpeado e incomunicado, por gritar “¡Patria y Vida!”, y “¡Libertad para todos los presos políticos!”.
Amelia Peláez se adaptó como pudo a la Revolución y su política cultural, pero nunca apoyó el proceso que llevó al exilio a muchos de sus amigos y colegas.
Hasta ahora se había hecho mayormente con ratas de laboratorio, es decir, con novelas, pero sí logró aplicarse efectivamente para predecir las movidas de un asesino en serie que se basaba en novelas. Tuvieron que morir varios antes de obtener el coeficiente adecuado, pero todo crítico tiene sangre en las manos.
A ochenta años de la publicación de El cero y el infinito, el escritor venezolano Karl Krispin repasa la obra maestra de Arthur Koestler: “Aun en nuestros tiempos en que cargamos la conciencia de la historia hasta en nuestros móviles, siempre habrá quienes quieran obligarnos a aplaudir sin detenernos, para que sangren de nuevo nuestras manos”.
Obama señaló: “Ya han muerto miles de palestinos en los bombardeos de Gaza, muchos de ellos niños. Cientos de miles han sido desplazados de sus hogares”.
El éxodo como escaramuza fútil de una mente atormentada contra sí misma. Como un placebo triste, un autoengaño.
Israel intensifica su asalto a Hamás en Gaza, mientras se agrava la crisis humanitaria. Estados Unidos insiste en la importancia de la ayuda continua y la liberación de rehenes.
John Doe es más que un nombre para los no identificados. Este apelativo, que se remonta a la Carta Magna de 1215, cuenta con un legado jurídico de 800 años.
El papa Francisco condena la represión de la Iglesia católica en Nicaragua, tras la detención de sacerdotes y un obispo.
Estados Unidos reabrirá su oficina del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) en La Habana tras un paréntesis de cinco años para abordar un aumento de los casos de reunificación familiar.
Rossiya, perteneciente al grupo Aeroflot, va a impulsar los lazos entre Rusia y Cuba con vuelos regulares a La Habana a partir del 24 de diciembre de 2023, ampliando aún más sus rutas cubanas.
Mi tío, Herminio Pérez, lo dio todo por la Revolución, hasta la vida. En realidad, si me da por ponerme específica, la Revolución le reventó la vida a patadas.
‘El Mayor’ (Rigoberto López, 2020) solo merece el apelativo de “espectáculo malo”.
Mr. LaBruce se acordaba de mí. Decidí escribirle. La idea era traerlo a los jóvenes de la Isla vía Hypermedia Magazine. Le escribí en mi raro inglés y él me respondió, regalándonos su corazón y su tiempo. Acá les va, en español, en una traducción totalmente fiel.
Si el arte cubano en el exilio ha derivado en arte cubanoamericano, y si este no establece vínculos con el discurso nacionalista, para bien o para mal, ¿cómo puede esta producción visual contribuir a la restauración o recomposición simbólica y ética de la nación?
Veamos la obra de Sandra Cordero, William Pérez, Douglas Argüelles, Jorge Wellesley.