La escena cubana transnacional alternativa de música cubana.
Eso hizo Daranas: reclutar fantasmas del pasado para las batallitas del presente.
Discurso Especial de Javier Milei, presidente de Argentina, en la Reunión Anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, 17 de enero 2024.
La pérdida de otra vida en la más absurda cotidianidad de una nación sin rumbo y sin destino.
Veo cada detalle, oigo lo que se dijo y se calló, toco en mi mente la mano temblorosa de mi padre que hasta aquel día no sabía que existía.
“Que me perdonen todos los que, de un modo u otro, me conocieron y no pudieron realizarse”.
“Una protesta contra la dictadura autoritaria de un sistema anacrónico y contra el mundo libre y su demagógico discurso de ‘igualdad, libertad, fraternidad’”.
“Una de las cuestiones más interesantes fue que el profesor culminara su disertación afirmando que nuestro país no había sido fruto de un proceso de conquista, sino solamente de la transculturación”.
Desde el momento de su muerte, como un desprendimiento total, categórico y nacional, una frase inundó el ambiente: “Yo soy Fidel”.
No me he leído tus libros, pero eso debo enmendarlo. / Me releo tus columnas y siempre me hacen el día. / En abril, que acá es mes frío, se me congelan las manos / cuando me siento al teclado a cultivar amistades. / Tú estarás allá en Mayami, ocupada en tus labores / y de repente recibes esta nota que se extiende.
El escritor Ernesto Hernández Busto enlista diez canciones de Pablo Milanés que lo han acompañado a lo largo de los años. “No son las más famosas, pero siempre reconforta volver a ellas”.
Un pintor dentro de otro por el camino de la trampa. Uno de modelo del otro por la falta de modelo, y otro en la trampa de la ventana del dólar.
Vengo naciendo así / a un universo / que me transforma, / que me ilumina / y cristaliza / lo que siempre yo sentí.
Para los extranjeros, Cuba aún sigue siendo la isla de Fidel Castro. La autora ha optado por no explicarles demasiado. Con tal de no matarles la ilusión.
Las crisis en Haití y Cuba plantean retos de enormes proporciones. Haití está al borde del fracaso, la gobernabilidad de Cuba se resquebraja y las potencias mundiales, incluido Washington, observan con gran preocupación.
Yo no sé hasta qué punto Pablo Stoll es consciente de lo importante que ha sido su obra para mucha gente. Uno no hace una película para inspirar: uno hace una película porque tiene que hacerla. Sin embargo, hay obras que tienen la capacidad de mover a alguien, aunque viva a miles de kilómetros de distancia. El día que yo vi Whisky (2004), mi vida cambió.