Luis Manuel Otero Alcántara y Raychel Carrión utilizaron el teatro político orquestado por el Estado como telón de fondo para sus críticas al poder institucional.

Luis Manuel Otero Alcántara y Raychel Carrión utilizaron el teatro político orquestado por el Estado como telón de fondo para sus críticas al poder institucional.
En medio de las tensiones geopolíticas con Occidente, el Luna-25 ruso se prepara para tocar la cara oculta de la Luna, reviviendo una ambición cósmica de hace 50 años.
Una explosión en la planta óptico-mecánica de Zagorsk, cerca de Moscú, provoca roturas en las viviendas cercanas y la evacuación total; la causa de la explosión sigue bajo investigación.
El jurado del premio elogió a la autora de 54 años por su papel “esencial” en “la defensa de los derechos humanos y las libertades”.
Examinemos estos libros pues, bajo la categoría de “Producción espiritual del exilio cubano en Miami” o la menos académica de “gente que se quiere entre sí”.
Rusia intensifica la represión contra los periodistas, deteniendo a varios por supuesto extremismo y descrédito al ejército en medio de la guerra con Ucrania.
Sánchez es conocido por sus arriesgadas maniobras políticas. Pero los últimos días reflejaron lo que los analistas consideraron una nueva altura en el teatro político español, incluso para él.
Alberto Garrandés (La Habana, Cuba, 1960) es narrador, ensayista y editor. Considerado uno de los autores más prolíficos de la generación de los novísimos. Premio Nacional de la Crítica en 2000. Reside en La Habana.
Fragmentos del libro ‘La Cuba del siglo XIX’ (Editorial Betania, 2024) de la académica española Inés Ceballos Fernández de Córdoba.
Una lectura de Un buen tío. Cómo el populismo y la posverdad liquidan a los hombres’ (Ariel, 2018), el último libro de Arcadi Espada.
Una actriz (Lynn Cruz) ha sufrido un trauma debido al internamiento involuntario y la posterior pérdida de su padre. Paradójicamente, su propio internamiento en una institución para enfermos mentales, ahora, también es involuntario.
Hay supositorios muy efectivos para esta dolencia eufemística “progre” de izquierda: #lackofreedom, #cubandictatorship, #politicalrepression, #DíazCanelsingao.
Se siente bien sentir que los mambises están de vuelta, que ya no hay que importarlos, y que no hay quien los detenga.
La detención de disidentes y el acoso indiscriminado a los artistas responde a la misma estratagema: profundizar la crisis para provocar la tan esperada intervención unilateral norteamericana. Que no se le llame “intervención”, sino “SOS” o “interés humanitario”, es irrelevante.