El Comandante agotó varios habanos. Dejó que Inocencio mirara sin interrumpirlo. Se mantuvo en silencio junto a Cueto. Hasta que comenzó a amanecer. Para esa hora, Inocencio había terminado de mirar.
Narrativa
Algo que no muera (emanación nómada)
¿Quién necesita una Patria? Patria = Cárcel. Cárcel = Traición. Traición = Muerte.
Cucarachas que aplauden y hasta se sientan a la mesa y comen
¿Cuántos humanos, cuasi cucarachas, andan por ahí como si nada, sin ser conscientes de ello? Y todos aplauden.
A golpes de ‘Granma’
Cada cubano lleva en su alma no sólo a una bayamesa gentil, sino también el fantasma aglutinador de una ocupación armada. Ese espectro nos identifica. Es el crisol secreto de nuestra cubanidad.
Paloma
Abrió la puerta, borracha, desnuda: “Estoy haciendo ‘body-art’, tengo una vulva de colores y esta noche me voy a suicidar”, dijo.
Un cuento francés y unas ovejas chinas
Para los extranjeros, Cuba aún sigue siendo la isla de Fidel Castro. La autora ha optado por no explicarles demasiado. Con tal de no matarles la ilusión.
Eternamente, Pablito
Igual saqué mi bandera de ‘Patria y Vida’. Y encima grité hasta quedarme ronco, a ver si el 11 de Julio subía al menos 11 segundos a escena en aquel teatrico churroso, incomparable a tus concertazos en la islita donde fuimos jóvenes y nos enamoramos de ti, en una época en que la libertad era todavía tan innecesaria. Maldito sea tu nombre, democracia.
‘Straight’
Esta va a ser una historia diferente: nada de chico conoce chico y chico y chico se enamoran; nada de triángulos amorosos chica-chica-chica. Nada que huela a pornografía oficial.
Careful with that axe, Eugene
La foto de este lunes de noviembre ilumina otro sentido subterráneo de esas palmas que revientan buldoceadas en un verso olvidado.
De lo que se trataba era de hacer un claro en el bosque. Una especie de patio interior. Una claraboya para visibilizar la barbarie.
Timshel
En cuanto decidías lanzarte al aire, te cubrías de sudor, apretabas los dientes y cerrabas los ojos, te estremecías y murmurabas casi en silencio: ¡Timshel!