Con una mezcla de alivio y profundo dolor, la familia de Claudia von Weiss está asimilando el trágico destino de su hija y hermana, desaparecida durante 24 años y ahora confirmada como fallecida y enterrada en Cuba.
La familia Von Weiss de Dresde —Christine (79), Alexander (84) y Eckbert (55)— ha encontrado por fin una semblanza de paz, aunque teñida de inmenso dolor. Su seguridad se debe a la dedicación de un policía de Hamburgo, de su padre, el testimonio de un sepulturero y un par de característicos pantalones cortos de flores amarillas.
Los pantalones amarillos de Claudia.
La desaparición de Claudia
La historia comenzó en noviembre de 1999, cuando Claudia, de 36 años, que estaba de vacaciones en Cuba con su marido, un profesor de baile boliviano, Miguel de V., desapareció en circunstancias misteriosas. La pareja, que esperaba una experiencia de lujo, se encontró en el desolado sur de la isla, en el hotel “Playa Girón”. Claudia, vista por última vez en bicicleta por la zona con una camisa y los ya icónicos pantalones cortos de flores amarillas, fue dada por desaparecida por su marido al día siguiente tras no regresar al hotel.
La familia de Claudia.
El viaje de investigación
La policía cubana y la Embajada de Alemania en La Habana se ocuparon inicialmente del caso, que finalmente llegó a la Oficina de Policía Criminal de Hamburgo. El comisario Sven Baack, que supervisaba el caso, recibió de Miguel una prueba vital: una foto de Claudia con los mismos pantalones cortos amarillos tomada con una cámara subacuática desechable.
A pesar de los grandes esfuerzos de Baack, incluidos múltiples viajes a Cuba, el caso siguió sin resolverse hasta un giro crucial en 2013. Su hijo, Steven Baack, también policía, visitó el cementerio central de Cárdenas, en Cuba, donde un sepulturero llamado Juan confirmó el enterramiento de una mujer rubia no identificada a finales de 1999 o principios de 2000, en la tumba 3026.
El gran avance
En 2016, Steven Baack, al frente de la unidad de “Casos sin resolver”, retomó el expediente. A pesar de los contratiempos iniciales y las disputas internas de la policía, el caso cobró impulso en 2018, cuando la familia Von Weiss contrató al doctor Gerhard Strate, un destacado abogado de Hamburgo. Strate volvió a involucrar a Steven Baack en la investigación.
Steven Baack, al frente de la unidad de “Casos sin resolver”, en Cuba.
Sus decididos esfuerzos dieron sus frutos cuando, durante un viaje personal a Cuba, Baack y dos compañeros se reunieron de nuevo con Juan, el sepulturero. Juan identificó positivamente una foto de Claudia, confirmando que era la mujer que había enterrado 24 años atrás. Su aspecto inconfundible y los pantalones cortos de flores amarillas fueron la clave de la identificación.
Misterios persistentes y esperanzas de justicia
A pesar de este cierre, quedan muchos interrogantes. ¿Por qué impidió la Seguridad del Estado cubano que se siguiera investigando? ¿Hay en juego una conspiración mayor, quizá para proteger la industria turística de la isla o para implicar a una persona de alto perfil?
Los sepultureros.
Para la familia Von Weiss, la revelación pone fin a décadas de incertidumbre, pero su búsqueda de justicia persiste. Siguen esperando que prosiga la investigación policial para llevar ante la justicia al autor del crimen de Claudia.“Eckbert von Weiss expresa su gratitud por la resolución, pero mantiene el deseo de que la policía prosiga la investigación, en busca de la última pieza que falta: la identidad del asesino”.
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