La Cámara de Representantes de Florida adoptó el martes un memorial denunciando vehementemente la asociación entre el Partido Comunista Chino y el gobierno cubano. Este gesto, simbólico pero potente, pone de manifiesto la creciente preocupación por el fortalecimiento de los lazos entre estas dos naciones, ambas históricamente enfrentadas a Estados Unidos.
El representante Juan Carlos-Porras, republicano de Miami, impulsor de la medida (HM 351), hizo hincapié en la amenaza para la seguridad nacional que supone esta alianza. “A sólo 90 millas de nuestra frontera sur, dos de los enemigos más históricos de nuestro país se están uniendo. Sus acciones van más allá de la vigilancia y podrían intensificar las operaciones militares en Cuba”, declaró Porras en la Cámara de Representantes.
El núcleo de la HM 351 reside en su condena del comunismo, definido en el proyecto de ley como una ideología política en la que el Estado controla los principales recursos de la sociedad, como la propiedad, la producción, la educación, la agricultura y el transporte. Esta forma de gobierno se practica en China, Cuba, Vietnam del Norte y Laos. Estados Unidos ha mantenido unas relaciones especialmente tensas con China y Cuba por su adhesión a esta ideología.
Un componente significativo del monumento es su llamamiento a la acción. Insta al secretario de Estado de Estados Unidos a condenar abiertamente al gobierno chino por varias actividades alarmantes. Entre ellas, el establecimiento de una base de espionaje en Cuba, la recopilación agresiva de información sobre el gobierno de Estados Unidos y sus ciudadanos, y el posible establecimiento de una base para tropas chinas en suelo cubano.
El monumento hace referencia al contexto histórico del comunismo en Cuba, que se remonta al ascenso al poder de Fidel Castro tras derrocar a un gobierno respaldado por EE.UU. La Unión Soviética desempeñó un papel crucial en la implantación de la ideología comunista en Cuba durante esa época.
La problemática relación de Estados Unidos con Cuba se tensó aún más cuando el país fue reclasificado como Estado Patrocinador del Terrorismo, en enero de 2021, una decisión tomada justo antes de la salida del poder del expresidente Donald Trump.
Las relaciones entre Estados Unidos y China también han sido complejas y han estado cargadas de tensión desde 1949, intensificándose por cuestiones como el comercio, el cambio climático y el estatus de Taiwán. La situación se intensificó tras la destrucción por el ejército de EE.UU. de un globo espía chino sobre Carolina del Sur, en febrero de 2023. Desde entonces, han surgido informes sobre conversaciones entre China y La Habana relativas al establecimiento de una instalación de vigilancia electrónica en Cuba, aunque los detalles sobre un acuerdo formal siguen sin estar claros.
Como complemento de esta iniciativa en el Senado, el senador Bryan Avila, republicano por Hialeah Gardens, ha presentado un memorial. Aunque el memorial requiere la aprobación de ambas cámaras legislativas, no necesita la aprobación del gobernador y no está sujeto a veto.Este movimiento de la Cámara de Representantes de Florida significa, sin duda, una fuerte declaración política y refleja la creciente preocupación por las implicaciones de la asociación China-Cuba en la seguridad nacional y regional.
Mary Anastasia O’Grady: “¿Por qué Cuba debe estar en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo?”
Por Isabel Díaz
The Wall Street Journal: “La Habana tiene alianzas con Rusia, China e Irán y una red de espionaje en EE. UU.”
