Una revisión exhaustiva de 45 metaanálisis en los que han participado casi 10 millones de personas ha dejado al descubierto los importantes riesgos para la salud que plantean los alimentos ultraprocesados. Según las conclusiones, estos alimentos no son meros componentes inocuos de nuestras comidas diarias, sino que están relacionados con un asombroso 50% más de riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares y otras muchas afecciones.
El estudio, dirigido por investigadores principales del Food & Mood Centre de la Universidad Deakin de Geelong (Australia), ha puesto de relieve una alarmante correlación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y más del 70% de los 45 resultados de salud diferentes evaluados. “Un mayor consumo de alimentos ultraprocesados se asocia sistemáticamente con resultados adversos para la salud”, declaró Wolfgang Marx, investigador principal del centro. Esta asociación subraya la urgente necesidad de reconsiderar el papel que estos alimentos desempeñan en nuestra dieta”.
Los alimentos ultraprocesados, ricos en calorías, azúcares añadidos y sodio, y con una grave carencia de fibra, se consideran desde hace tiempo responsables de una serie de trastornos metabólicos, como la obesidad, la diabetes de tipo 2 y la hipertensión. Sin embargo, esta revisión exhaustiva proporciona una comprensión más detallada de su impacto, vinculándolos a un mayor riesgo de trastornos mentales comunes, ansiedad, depresión, e incluso un mayor riesgo de muerte prematura.
El estudio, realizado meticulosamente sin financiación alguna de la industria alimentaria, calificó las pruebas de los estudios analizados, garantizando una revisión sólida e imparcial de los datos disponibles. Las conclusiones, publicadas en la prestigiosa revista The BMJ, revelan un preocupante aumento del 50% en el riesgo de muerte cardiovascular entre quienes consumen más alimentos ultraprocesados. Además, el consumo de estos alimentos se asoció con un aumento del 53% en los niveles de ansiedad y un 20% más de riesgo de muerte prematura por cualquier causa.
Las implicaciones de estos hallazgos son profundas, dada la omnipresencia de los alimentos ultraprocesados en las dietas de todo el mundo. Nutricionistas e investigadores de la salud piden medidas urgentes para frenar el consumo de estos alimentos. Las pruebas abrumadoras exigen medidas reguladoras inmediatas e intervenciones de salud pública para reducir el consumo de alimentos ultraprocesados”, señaló el Dr. Carlos Monteiro, destacado investigador en nutrición y pionero del término “alimento ultraprocesado”.
La revisión también arroja luz sobre el impacto desigual de los alimentos ultraprocesados en diversas condiciones de salud, con pruebas muy sugestivas que relacionan su consumo con la obesidad, los trastornos del sueño, la diabetes de tipo 2 y la depresión. Sin embargo, las pruebas relativas a su asociación con el cáncer siguen siendo poco concluyentes, lo que indica la necesidad crítica de seguir investigando.
La llamada a la acción es clara: hay una necesidad urgente de cambiar hacia opciones dietéticas menos procesadas y aplicar políticas de salud pública integrales para mitigar los riesgos asociados a los alimentos ultraprocesados. El consejo de los investigadores es sencillo: dar prioridad a los alimentos reales, mínimamente procesados, y adoptar la práctica de la cocina casera para salvaguardar la salud y el bienestar.
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