Se levanta el vestidito y enseña el blúmer medio suelto, azul pálido como el cielo de agosto antes del anochecer.
Se levanta el vestidito y enseña el blúmer medio suelto, azul pálido como el cielo de agosto antes del anochecer.
Las cuatro últimas palabras que papá me dijo, nunca se las había escuchado en cuarenta y dos años: “Vete al carajo, hijo”.
Te acuerdas, Sylvia, cómo trabajaban las mujeres en casa. / Parecía que papá no hacía nada.
Virgilio Mantilla Arango es un activista cubano sometido a prisión política. En la cárcel, escribió el poema “La puesta de sol”, convertido en un himno a la esperanza.
Nada es tan respetable que no pueda ser cuestionado, puesto en solfa o incluso degradado mediante el uso pacífico de la libertad de expresión.
Maylen Díaz Delgado es una activista y opositora, cuyo accionar aboga por la necesidad de un cambio radical en la sociedad y la política cubanas.
“El hecho es que para cuando abrió los ojos y se apeó del avión en Miami, el diablo había hecho ya de las suyas”.
Sus apariencias persisten, pero el autoritarismo y la inteligencia artificial están vaciando nuestra humanidad.
Incluso aquellos cineastas que han trabajado dentro de las pautas institucionales de la Revolución no están a salvo de que su trabajo sea despedazado.
Taiger, Taiger: un pingú. / Cuéntame la historia tú: / Isla, exilio a contraluz; / Hombre, música, ataúd.
“Ernesto G. es el ‘flâneur’ que anota un registro vivencial. En el trasiego de los seres variopintos de una misma talla sociocultural, halla sus historias”.
‘Paradiso’ es una Cuba paralela, una visión diferida de lo secreto en la Isla.
A un año de la muerte del escritor Edmundo Desnoes, nuestra revista comparte un capítulo del libro ‘Landing in New York’, de Felicia Rosshandler, pareja del escritor. Traducción, revisada por la autora, de Orlando Luis Pardo Lazo.
Con gafas de escolta, bigotín de la KGB, pañuelito de Luis Vuitton (¿regalo de Ana de Armas?) y su impecable look de chulo con traje y corbata, desde un poster de autopropaganda nos sonríe feliz.
No hay mejor ni peor metáfora que la de ese animal “fajado por Dios, que entra poderoso en el desfiladero”, para observarme a mí mismo en un devenir. El de Cuba. O, mejor, el de la Revolución.
Una agonía merecedora de la altura griega de la palabra ʻtragediaʼ: la persistencia de un héroe ante una fuerza insuperable que lo confronta.
Emmanuel Todd predijo 15 años antes la caída de la URSS. En su último libro vaticina, como un hecho inevitable y en curso, la derrota de Occidente.
La Asamblea Nacional de Venezuela, liderada por el chavismo, elabora un calendario electoral sin la participación de la Plataforma de la Unidad Democrática, representada por María Corina Machado.
Un tribunal federal de apelaciones dictamina que Trump puede ser juzgado por sus acciones del 6 de enero, rechazando su alegación de inmunidad presidencial.
No. El espectáculo de Cuba en la web no es Andy Vázquez, José Martí o Luis Manuel Otero. Ni héroes ni artistas hombres. No.
“Del brillo original de ese otrora parque de diversiones, oficialmente parque temático Mariposa, poco queda en este 2024”.
Ha comenzado el invierno decisivo y a Putin le quedan tres opciones, cual de las tres más sombría: capitulación condicional, capitulación incondicional o el colapso del ejército ruso con decenas de miles de prisioneros.
La Revolución se instituye como la instancia legitimante que incluye excluyendo. La única pareja de baile es ella misma y no bailar con la Revolución no es una opción.
“En cualquier lugar que me encuentre mis raíces serán las mismas: caribeño-africanas, latinas, latinoamericanas, dominicanas. Todos esos adjetivos están indisolublemente unidos a mí, a mis ancestros, a la sangre proveniente de la raíz que se cuajó en mi ombligo y me dio el ser”.
La obra cinematográfica de Miñuca Villaverde es uno de los momentos “altos” de un cine que no se prodiga exactamente en altitud.
Entrevista con Marlene Azor a propósito de su libro Discursos de la resistencia. Los proyectos políticos emergentes en Cuba, (Hypermedia, 2016).
Exorcizar los demonios que atormentan a Cuba y su arte, y que no sean enterradas en una tumba coronada por un epitafio hipócrita.
Si alguna verdad transmiten las fotografías tomadas por Eldy Ortiz es la de imaginar lo insoportable: la verdad de la espera por el dato del terror.
Algo profundo está sucediendo en el reparto: el cambio generacional.