En un tiempo donde los algoritmos persiguen tendencias y la atención se diluye, lo que sigue importando es el trabajo lento de construir una vida al servicio de la expresión.
En un tiempo donde los algoritmos persiguen tendencias y la atención se diluye, lo que sigue importando es el trabajo lento de construir una vida al servicio de la expresión.
“Mana, me voy del país. Venderé la casa con todo adentro. Haré la travesía hacia los Estados Unidos. Ya no resisto más…”.
El entramado de la prostitución trasciende al mero trabajador sexual para terminar involucrando a toda la sociedad.
Las experiencias adquiridas durante la perestrunka le sirvieron al Estado cubano para rearticularse frente a la nueva realidad poscomunista.
En un tiempo donde el mundo se desmorona y los sistemas fallan, ‘Genethliacus’ parece recordarnos que nacer es un gesto de resistencia.
La Revolución ha sido domesticada, pasteurizada, convertida en música de fondo para la sobremesa.
Silvio fue eso, un comodín ante el cual la Revolución crecía o se desmoronaba.
“Bájate un poco las mallas”, le sugiere el ministro a la modelo, “para que el agente vea cómo sale volando el cuervo”.
‘¿Por qué el pueblo cubano (aún) apoya el castrismo?’ es un libro importante, que quiere desentrañar entre lo fatídico y lo consustancial del destino de una nación fallida.
Cristián Gómez Olivares es poeta y traductor. Ha publicado, entre otros títulos, ‘Alfabeto para nadie’, ‘La casa de Trotsky’, ‘La nieve es nuestra’, ‘El libro rojo’ y ‘El hombre de acero‘. Es Associate Editor de Cardboard House Press.
Ziggy Stardust se bajó el zipper de la bragueta y sacó el pene flácido: “¿Puedo tocarla?”, le dijo Alice con cara de angelito pícaro.
“Paul Auster, autor cuyas novelas abordaban cuestiones existenciales de identidad, lenguaje y literatura y creaban misterios que planteaban más preguntas de las que respondían, ha muerto”.
El jurado del premio elogió a la autora de 54 años por su papel “esencial” en “la defensa de los derechos humanos y las libertades”.
Examinemos estos libros pues, bajo la categoría de “Producción espiritual del exilio cubano en Miami” o la menos académica de “gente que se quiere entre sí”.
Rusia intensifica la represión contra los periodistas, deteniendo a varios por supuesto extremismo y descrédito al ejército en medio de la guerra con Ucrania.
La protesta de Aaron Bushnell pone de relieve la historia de la autoinmolación como forma de disidencia política.
“Bohemian Rhapsody”, la icónica epopeya rock de Queen, rompió barreras en la música y la cultura. En su 45 aniversario, celebramos su legado.
La Unión Europea incumple su compromiso de entregar un millón de proyectiles de artillería para ayudar a Ucrania en el actual conflicto.
Con la excusa de “la lectura inclusiva” se intentó destacar, en las previas, el impacto cultural de los nuevos formatos que conjeturan una gran “revolución editorial”.
Crónicas desde El Carmelo, el barrio del Vedado en aislamiento ante la propagación del coronavirus: “No existe ninguna barricada donde termina el límite trazado la noche anterior: calle 21. La cuadra de 12 entre 21 y 23 no está cerrada, pero en cada senda hay un camión de policías y una patrulla. Parece un puesto de mando”.
#QuédateEnCasa, pero la gente de Cuba no puede quedarse en casa. La gente de Cuba vive del diario. Eso significa no tener ahorros, tener “pan pa’ hoy y hambre pa’ mañana”, tener la casa a medio construir. Un cubano con hambre y sin dinero es un cubano propenso a convertirse en “mercenario”.
«Mi existencia va de la Cuba castrista a la América del inframundo sadomaso, el sida, el desarraigo, la transvanguardia y el crack. Soy un sobreviviente por partida doble».
Una entrevista con Néstor Díaz de Villegas.
A film about the struggle for bodily survival, human dignity, and creative expression in the face of economic and material scarcity, government repression, and the siren song that draws Cubans to opt for exile.
Inquieto y desgarrador, apasionado, soberbio, exquisito, el arte mediático de Erik Ravelo destila magia creativa, un ojo peculiar y una visión conceptual propia y a la vez universal. Su mensaje es diverso y multifacético; genera preguntas incómodas pero necesarias, en una exploración estética que desconoce límites entre formas y medios de expresión.
“Produje mi obra al mismo tiempo que ellos, pero no creo pertenecer a la generación de los noventa. Tampoco creo ser el representante más importante en el campo de la escultura y el dibujo de esa generación, como lo escribes, no creo ser representativo de ella: los textos críticos y las exposiciones lo muestran”.