Varela fue uno de los muy pocos, si es que no el único, filósofo latinoamericano del siglo XIX que escribió a favor de la tolerancia religiosa.
Varela fue uno de los muy pocos, si es que no el único, filósofo latinoamericano del siglo XIX que escribió a favor de la tolerancia religiosa.
“Nadie sabe de dónde brotaba la magia de esta muchacha, cuyo rostro de enigmática mirada irradiaba el misterio de la poesía”.
Era un lugar,/ un miedo/ vulgar y colectivo /tejido por las sombras,/por demiurgos / que hicieron una fiesta /y lanzaron al fuego nuestros libros.
Esta dimensión teológico-política ha permitido al régimen sostenerse incluso en medio del deterioro material, la crisis económica y la pérdida de legitimidad.
Darte cuenta de que el mayor cuentista cubano de los últimos 60 años es tu amigo de toda la vida.
“Por menos de lo que cuesta un solo caza F-35, la NED apoya más de 1900 proyectos en más de 90 países”.
La mayoría de los cubanos jurarían, sin necesidad de hacer cálculos, que están muchísimo más cerca de 1959 que de 2059.
Como si lo representado no perteneciera a la realidad externa, sino a una zona intermedia: sueños, recuerdos, arquetipos, órganos del inconsciente.
Al parecer, mártires o músicos, éramos personas entonces. Darnos cuenta de ese hecho tan simple nos humilla y amarga. En ocasiones, nos hace rabiar.
Martí cubre, amordaza, el decir del negro con el suyo propio —el del hombre blanco, que es también el de la retórica racista. De milagro no mencionó a Cam. ¿O sí? Además, ese “virus” que con el racismo busca infectar e inhabilitar al negro es otro ejemplo del modus operandi de la biopolítica martiana: insectos dañinos, gusanos, sietemesinos, virus.
Críticos de arte y cuadros políticos convergen instituyendo un imaginario coactivo: lo que el cuadro prescribe y violenta en su función de gestor cultural, el crítico lo omite en su escritura de la historia. Las dos acciones reforman continuamente el mecanismo victimario; ambas se vuelven artífices de la culpabilidad del violentado.
La niña, que se cree que tiene unos 10 años y se llama Kim Ju-ae, apareció por primera vez en público en noviembre de 2022 durante el lanzamiento de un misil de largo alcance.
En medio de una oleada de más de 10 000 inmigrantes diarios en la frontera estadounidense, el presidente Biden se enfrenta a un doble reto: gestionar la crisis y conseguir fondos para Ucrania, lo que complica sus perspectivas electorales.
El canje de Alex Saab por 10 estadounidenses por parte de Biden suscita el debate sobre su impacto en la crisis de Venezuela, los problemas fronterizos de Estados Unidos y su candidatura a la reelección.
“Un libro así debería poder ser leído en los más de siete mil idiomas que existen. Seguro que en cualquiera de ellos provocaría la misma sonrisa, un tanto amarga, que el original”.
Estos actos de intimidación suponen un riesgo no sólo para la seguridad de las personas, sino también para la integridad de los procesos democráticos.
El Valle de la Muerte, famoso por su calor extremo, experimenta una “lluvia de 1000 años” debido a la tormenta tropical Hilary, provocando cierres y reviviendo debates sobre el cambio climático.
La Guardia Costera de EE.UU. y CBP Air & Marine Operations interceptaron una embarcación cerca de Florida, lo que condujo a la repatriación de 12 personas a Cuba.
¡No hablen más del hotel! No hablen del inmueble si de edificios icónicos y destruidos está llena La Habana. No hablen de los servicios que iba a comenzar a brindar, cuando en realidad esos servicios no iban a estar dirigidos al turismo nacional y mucho menos al pueblo.
En este encuentro, los autores se desprenden de la cotidianeidad que los envuelve y comparten en sus piezas ese lado íntimo, sincero, que se sustenta en los orígenes, sin caer en clichés coloniales ni tópicos insulares.
“Hola, mi nombre es Cuquita, the Cuban Doll. Nací en La Habana y ahora vivo en Nueva York. Me identifico como mujer. Me encuentro rodeada de espinas. Además, menstrúo cada mes. Meditaré mi salida del capitalismo y el comunismo por 30 minutos. Únete si quieres. Por favor no me toques”.
Gustavo Acosta dibuja y pinta el futuro que se hunde en el pasado, el derramamiento del sueño en la vida real, los recuerdos fraguados por la erosión del olvido. No tiende al espectador anhelante el cebo de una significación, de una demostración, sino una sugerencia para que su visión se abra, desborde su época y resuene su espacio mental.