El arte emergente en Cuba atraviesa un sendero de decadencia, una senda oscura y tortuosa donde la llama de la creatividad parece extinguirse gradualmente.
El arte emergente en Cuba atraviesa un sendero de decadencia, una senda oscura y tortuosa donde la llama de la creatividad parece extinguirse gradualmente.
El hombre llegó a hacer un trabajo en aquellas tuberías de la primera mitad del siglo XX. Erik ya había aparecido. Solo tenían derecho al agua algunas partes de la ciudad. Más próximas al mar. En la periferia la gente se estaba matando.
El fentanilo, un opioide sintético 50 veces más potente que la morfina, representa un riesgo creciente de sobredosis y adicción. Su presencia en el mercado negro ha disparado las alarmas globales.
“Hay un horror arcaico en esta sed de sangre que ya no creía posible en estos tiempos. Esta masacre tiene el patrón de la aniquilación mediante pogromos, un patrón que los judíos conocen desde hace siglos”.
“Te voy a decir algo. Prepárate, ponte fuerte. Lo estábamos esperando: se murió tu papá, Orestico”.
“¿Eres menos hombre si no eres padre? Esa pregunta me ha acosado durante décadas. Pero he aprendido a amar mi vida sin hijos”.
“No había ningún motivo para charlar con Leonardo Padura y los había todos. No tenía ningún libro que promocionar, y por eso hablamos a pierna suelta de casi todo”.
Un testimonio de la política cultural española al final del periodo socialista.
“El Ministerio de Cultura le invita a uno, por primera vez en veinte años, a un viaje al extranjero, a Cuba en este caso. El escalafón se mueve. Esto es el éxito”.
A las clavadistas no parece interesarles demasiado su aspecto: son sacerdotisas de una secta, seres que comunican elementos incompatibles para los no iniciados: surcar el aire, hundirse en el agua. Otra belleza, ahora, consagrada a otros dioses.
Soy mujer escultora, mujer grabadora, mujer artista de la instalación o el videoarte, sin entrar en la categoría forzada de lo “femenino”.
Consignas diversas se dejan oír: “¡Viva Cuba Libre!”, “¡Patria y vida!”, “¡Tumba catao y pon quinqué!”, “¡Abajo el comunismo!”, “¡Bajen el precio de los cakes de nata de Galerías Paseo!”, etc., etc.
¿Quién gobierna en Cuba al fin? Los mismos blancos elitistas que dicen que luchan para y por el pueblo. Ellos sí viven como reyes y al pueblo que se lo lleve el diablo.