El hallazgo de un campo de adiestramiento y exterminio en el estado de Jalisco revela el nivel de horror al que ha llegado la violencia narco en México.

El hallazgo de un campo de adiestramiento y exterminio en el estado de Jalisco revela el nivel de horror al que ha llegado la violencia narco en México.
“Una de las cuestiones más interesantes fue que el profesor culminara su disertación afirmando que nuestro país no había sido fruto de un proceso de conquista, sino solamente de la transculturación”.
Desde el momento de su muerte, como un desprendimiento total, categórico y nacional, una frase inundó el ambiente: “Yo soy Fidel”.
Para el Kremlin, las revoluciones de colores representan el ejemplo por excelencia del soft power occidental empleado con fines geopolíticos.
Hoy no puedo escribirte desde el optimismo. No puedo escribirte desde la felicidad. Te escribo dolido, no te lo voy a negar.
Yale HRL ha determinado con un alto grado de confianza que la Federación Rusa ha llevado a cabo de forma sistemática, intencional y generalizada la adopción y acogida forzada de niños provenientes de Ucrania.
Con esos estereotipos se fabrica la ‘identidad nacional’, como una máscara o una camisa de fuerza.
‘Tardes de soledad’ es más drag que La Plexy. ¿Qué digo? Es más drag que la Puppi Poison.
Podríamos estar al borde de una nueva era en la lucha contra el VIH.
Vegetábamos en una nube, flotando tranquilos, hasta que una cadena de errores desató el caos.
Néstor Díaz de Villegas es poeta, ensayista y traductor. Entre sus libros se encuentran ‘Cuna del pintor desconocido’ (2011), ‘Che en Miami’ (2012), ‘Palavras à tribo/Palabras a la tribu’ (2014) y ’Poemas inmorales’ (2022). La editorial Hypermedia recogió sus escritos sobre cine en ‘Para matar a Robin Hood’ (2017).
La foto de este lunes de noviembre ilumina otro sentido subterráneo de esas palmas que revientan buldoceadas en un verso olvidado.
De lo que se trataba era de hacer un claro en el bosque. Una especie de patio interior. Una claraboya para visibilizar la barbarie.
La revolución la empezaron las mujeres, no los obreros.
“Lo que verdaderamente define a Oswaldo y Alexei es su coraje, su inquebrantable compromiso con la justicia y la libertad. Son héroes no por cómo murieron, sino por cómo vivieron y por el legado de resistencia que nos dejan”.
La idea es arrojar la Isla al mar, pero hay un problema: pesa muy poco.
El expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia afirma que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia son peores que durante la crisis de los misiles cubanos de 1962.
La RAE critica las directrices sobre “Lenguaje no sexista en la administración parlamentaria”, argumentando que distorsionan el español sin avanzar en la igualdad de género.
Policía usa gas en Madrid contra protestas por pactos del PSOE con independentistas; hay detenidos y heridos.
La ONU exige un alto al fuego inmediato en Gaza mientras el número de muertos supera los 10 000, entre ellos más de 4000 niños.
Me pregunto qué sucedería si a 6ix9ine le diera por visitar a Luis Manuel Otero o Maykel Osorbo en prisión, y si cada artista que llegara a la Isla hiciera lo mismo.
Los murales de gatos y negros bembones que hoy en día inundan el casco histórico de Camagüey (y que el tiempo, gracias a Dios, ha ido borrando) no tienen una gota de cubanidad. Son, única y exclusivamente, la idea del falso nacionalismo rellenando monederos: el falso nacionalismo a merced de una falsa nación.
La ropa es afeite y es disfraz. De ahí su carga política. Cómo, cuándo y por qué nos disfrazamos no son preguntas vanas. Como si se hubiera propuesto encarnar al personaje del cuento de Reinaldo Arenas, “Que trine Eva”, Mariela Castro aparece con un turbante y unos pendientes de argolla en dos selfies que subió a su página oficial de Facebook el pasado 20 de mayo.
Veo las mismas bicicletas prácticamente todos los días. Es un escenario medio triste. Parecen animales abandonados. En Cuba serían tesoros para mucha gente.
Muchos esperan que los artistas cubanos hagan arte político, que sepan bailar salsa y que tengan un aire caribeño alrededor de ellos. Se espera que las artes cubanas tengan un sello que diga “yo soy cubano”, casi como el cigarro o el ron. De todos estos clichés he tratado de distanciarme.
“Estoy orgulloso de mi generación: están revolucionando la historia. Tenemos mucho que perder, pero tenemos muchísimo más por ganar. Por eso el miedo a expresarse libremente es cada vez menor. El arte tiene un papel protagónico en un cambio social nunca visto en más de sesenta años”.