“Es probable que todos los miembros actuales del gobierno terminen en prisión o, al menos, pasen el resto de sus vidas en reuniones legales. ¿Por qué?”.
“Es probable que todos los miembros actuales del gobierno terminen en prisión o, al menos, pasen el resto de sus vidas en reuniones legales. ¿Por qué?”.
Aunque encarcelado desde hace más de tres años, Luis Manuel Otero Alcántara se las agencia una y otra vez para burlar la reclusión impuesta por el Estado cubano.
¿Quién hubiera podido imaginar que tener un tatuaje que dice “libertad” en la cadera iba a ser motivo para separarme de mi hijo?
A estas alturas, cuanto declaró la ministra no me sorprende: ha sido enunciado como si del otro lado de la pantalla no hubiera vida inteligente.
Una entrevista sobre estudios sociorreligiosos, subordinación académica y exclusión intelectual en Cuba.
Ruinas interiores, cuerpos fragmentados, símbolos antiguos, rostros sin rostro, selvas espesas y luces que no iluminan, sino que revelan la oscuridad.
“Por alguna razón, se espera que los cuentos y películas hechos por cubanos traten sobre Cuba y, además, estén dentro de un espectro de crítica social”.
“Ya nadie cree en la revolución. El Gobierno de Díaz-Canel no concita ningún afecto ni respeto. El país no produce casi nada”.
La dama blanca besó mi frente / con beso casto, beso de hermano. / Besa la frente, la dama blanca / a los que deben morir temprano.
“Nos hallamos frente a unas páginas de valor excepcional para quienes deseen respirar el turbio aire de esa época politizada, en que el oxígeno desaparecía rápidamente hasta dejar a una sociedad en la total asfixia”.
Vengo naciendo así / a un universo / que me transforma, / que me ilumina / y cristaliza / lo que siempre yo sentí.
En Ucrania son visibles varios signos de clientelismo presidencial. Un presidente clientelar y unos oligarcas que buscan rentas son los principales actores del sistema político del país.
La defensa del senador Bob Menéndez está vinculada a la huida de su familia de Cuba en un juicio por corrupción de gran repercusión.
“La fábula trágica de Frankenstein y su creación se aferra a la médula del imaginario humano como alegoría tanto de la otredad como de la infinita soberbia humana”.
“Alice Munro es nuestro Chejov, y va a sobrevivir a la mayoría de sus contemporáneos”, dijo la escritora Cynthia Ozick.
Las legisladoras progresistas de Estados Unidos defienden su viaje a Cuba argumentando que es clave para la toma de decisiones políticas.
El político Alejo Vidal-Quadras en estado muy grave en el Hospital de la Princesa, tras ser disparado en la cabeza en plena calle.
Benjamín Netanyahu promete un control de seguridad indefinido sobre Gaza tras la guerra, lo que hace temer una ocupación permanente.
La Revolución Cubana, eso que se entiende desde la alquimia historiográfica oficialista como un tiempo capsular de consumación teleológica, trajo consigo al Estado de las tinieblas.
A raíz de las protestas por la muerte de George Floyd, vuelve a hacerse evidente este rasgo estereotipado del cubano en relación con la raza (a veces los cubanos se pasan de blancos) y, en este caso en específico, se pone en evidencia otro elemento esencial: la relación del cubano con el poder y la protesta.
Los murales de gatos y negros bembones que hoy en día inundan el casco histórico de Camagüey (y que el tiempo, gracias a Dios, ha ido borrando) no tienen una gota de cubanidad. Son, única y exclusivamente, la idea del falso nacionalismo rellenando monederos: el falso nacionalismo a merced de una falsa nación.
Entrevista con Carlos Manuel Álvarez, a propósito de la publicación de ‘Los caídos’ (novela, Sexto Piso, 2018).
Veo las mismas bicicletas prácticamente todos los días. Es un escenario medio triste. Parecen animales abandonados. En Cuba serían tesoros para mucha gente.
“Creo en las ciudades, pero no en los estados-nación. Cuba es solo un paso más en una jerarquía que incluye a San Nicolás de Bari, el Caribe, Latinoamérica, el planeta Tierra. Y no es que no sea importante ser de Cuba, pero en lo que respecta a mi trabajo, tiene la misma significación que el hecho de llamarme Yonlay”.
Yo no podía y no quería volver a Cuba, y no me iban a admitir después, ni aunque quisiera. Así que, cuando me fui, sabía que no volvería más. Ya sabes que tienes que adaptarte a lo que sea, con más razón si tienes un pasaporte que, donde quiera que te pares, dice que eres un exiliado político.