Me preguntan qué puedo aconsejar a los jóvenes que quieren ser escritores. Siempre doy la misma respuesta: si pueden dedicar su vida a otra cosa es mejor que se olviden de la escritura.

Me preguntan qué puedo aconsejar a los jóvenes que quieren ser escritores. Siempre doy la misma respuesta: si pueden dedicar su vida a otra cosa es mejor que se olviden de la escritura.
The Washington Free Bacon: “Fue muy, muy amable conmigo y con mi familia y tenía una mente muy abierta y comprometida y hablé con él de un millón de cosas, dijo Kennedy, señalando que habló con Castro”.
“Dos nuevas cartas del escritor a su hermana Eloísa Lezama Lima, desconocidas hasta el momento, cuyos originales se encuentran en la Biblioteca de la Universidad de Miami”.
‘Simón’ es un homenaje a los estudiantes que alzaron sus voces contra la tiranía, y que hoy continúan arriesgando sus vidas en las calles de Caracas.
El libro analiza la obra de varios intelectuales cubanos a los que el autor asocia con la idea de reforzar la decencia de la República para evitar la injerencia de los Estados Unidos.
“Somos cada vez más analfabetos funcionales respecto a la realidad. Cada vez más estériles emocionales e incultos de cualquier cosa humana”.
Cuando conocí a Reinaldo García Ramos (Cienfuegos, 1944 – Miami, 2024), era yo un joven ávido de sabiduría y él un hombre “abrumado de virtudes”.
Me preguntan qué puedo aconsejar a los jóvenes que quieren ser escritores. Siempre doy la misma respuesta: si pueden dedicar su vida a otra cosa es mejor que se olviden de la escritura.
El yo de cualquier artista sólo resulta interesante cuando nos propone una relación incómoda con la realidad.
Contrario a lo que la mayoría cree, el progreso era solo una ilusión. Los grandes misterios seguían allí. Como verdades inamovibles.
En el lenguaje de Orwell, yo diría que los intelectuales que pasan su tiempo en las redes sociales insultando a aquellos que no están de acuerdo con ellos, cuestionando su competencia profesional y su comportamiento cívico, contribuyen a la fabricación del “hombre totalitario”.
En Everglades (Hypermedia, 2020), además de reiterar el fragmento, la ciencia-ficción, y una nueva forma de producir desde las coordenadas del Caribe sin salir de la región, Jorge Enrique Lage introduce el encierro y la histeria como modus operandi de lo que él llama “Nuestro Nowhere”.
Más de un millón de personas se manifiestan en Madrid contra el gobierno de Pedro Sánchez, en protesta por su ley de amnistía y las amenazas contra el Estado de Derecho.
Biden y López Obrador prometen unir esfuerzos contra el tráfico de fentanilo y para gestionar los retos migratorios entre México y EE.UU.
A ratos, Paradiso y Lezama se ponen muy radiactivos. Lo adviertes cuando ya es demasiado tarde: en la parte del conteo regresivo.
Israel intensifica su ofensiva en Gaza, atacando las regiones meridionales y advirtiendo de una nueva escalada.
Nepal suspende los visados de trabajo a Rusia y Ucrania tras la muerte de al menos 10 mercenarios y la desaparición de otros 100.
El Informe sobre las Migraciones en el Mundo destaca a EE.UU., Alemania y Arabia Saudí como los principales destinos de los emigrantes. La emigración cubana aumenta, principalmente hacia Estados Unidos y España.
Un nuevo libro escrito por un ex agente del Servicio Secreto afirma que se descubrió una bala en la limusina de JFK, lo que podría cambiar el relato del asesinato de Kennedy.
Si los gritos de “libertad” fueron emocionantes para todos los espectadores que acudieron al concierto del trovador, imaginen si el propio Varela se hubiera tomado 30 segundos para pedir la liberación de los presos políticos.
Nos encontramos ante una muestra donde se respiraba en la actitud artística la intención humilde de poner la otra mejilla. Desde una estética de la precariedad y en la disposición de crear como coraza ante circunstancias frustrantes.
Este texto viene porque hace unos días se llegó a un punto de no retorno con eso de la tiradera a Claudia Calviño, a mí, y a Santa y Andrés. No una tiradera del Estado, ni de los segurosos: una tiradera de algunos de la “contracultura”, que al final son más policías que los policías. En mi ser no hay espacio para el odio. Pero tampoco voy a aceptar mentiras.
El miedo es una constante en todas las artes, pero en cuestiones de taxonomías fílmicas pop, es comúnmente reducido al susto, al horror y al terror. El espectro de esta omnipresente fuerza, suprasocial y suprahumana, se limita al temor a lo desconocido, a lo anormal o distinto, a lo agresivo. Esta lista va más allá.