En la Cuba real, cualquier alegría tiene que ver más con un deseo que con un estado mental donde existan motivos comprobables para el júbilo.
En la Cuba real, cualquier alegría tiene que ver más con un deseo que con un estado mental donde existan motivos comprobables para el júbilo.
“A través de la no confiabilidad del mundo, Ella propone hacer domeñable la realidad. Aunque no confía en la Utopía. Lo que la convierte en un cortocircuito del universo”.
¿Más disturbios? No, lamento decepcionar a esos que quieren ver el mundo arder y a Cuba sumida en una guerra civil o algo peor.
Capítulo del libro ‘Historia de la música popular cubana. De las danzas habaneras a la salsa (1829-1976)’, de Antonio Gómez Sotolongo (Hypermedia, 2024).
La permanencia en la mentalidad colectiva de la época colonial se extiende al futuro.
Laritza Diversent es abogada. Máster en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. En 2010, fundó el Centro de Información Legal Cubalex.
El presidente Jimmy Carter acaba de morir. Parte de su legado es haber elevado la importancia del respeto a los derechos humanos.
Gracias, Pepe: pondremos tu nombre a una calle en La Habana y en Miami, tus dos grandes amores.
Habana de enamorados y suicidas, llegar hasta el borde y no caer. Él dice, Ella dice. La ciudad escucha. Mañana, el mar.
’Libro de Arenas’ tiene una pulsión muy similar a la de ‘Necesidad de libertad’, pero tiene además la ventaja de que fue concebido por otros.
A mami, ya anciana, la escuchaba conversando con papi, como si aún estuviera vivo, ocupando la cama de al lado.
Cuando haces animación es como si como si fueras Dios moldeando cuerpos de arcilla, pero sin otorgarles almas. La voz es el alumbramiento. Es cuando te dices: “¡Está vivo, está vivo!”.
Con la misma prontitud con que el escultor italiano Enzo Gallo Chiapardi modeló el busto dedicado a Fidel Castro, tuvo que desparecerlo de la faz de la tierra.
Las butacas vacías eran las tumbas para los caídos en una guerra donde no se escuchó el sonido de las balas.
Las tropas israelíes siguen avanzando en Gaza en medio de la intensificación del conflicto con Hamás. Mientras el orden civil disminuye y los hospitales se enfrentan a problemas de evacuación.
La muerte tiene esa expresión de éxtasis religioso de un ser humano a punto de mamársela a otro. La espiritualidad como forma de erotismo. Lo que está muy bien en relación con esta novela de Reinaldo Arenas, El color del verano. Pura vitalidad, vida desatada.
Nuestros dirigentes tienen mucho que aprender. Algunos están a tiempo. Solo hay que poner las manos atrás, como cuando se entra a un museo. Escuchar y quitarse la careta. Sincerarse y decir: “Sí, sé que en este momento la policía está dando golpes, pero yo no puedo hacer nada, porque tengo miedo, porque también tengo una hija”.