Los países no desaparecen con una explosión: agonizan en la desidia y se van apagando a medida que sus habitantes los abandonan.

Los países no desaparecen con una explosión: agonizan en la desidia y se van apagando a medida que sus habitantes los abandonan.
Para qué medir la felicidad, si la infelicidad y el desatino son el gran nudo, la perfecta armonía de este país.
El muy parcial enfoque que se alienta desde los olimpos culturales hace dudar de la sinceridad del remordimiento blanco.
La profesora entró al aula y dijo como si fuera lo más natural del mundo: “Se nos ha ido el hombre más grande de la humanidad”. Se nos ha ido, dijo.
La L de lengua. La L de locos. La L de labios. La L de lamentación. La L de ʻlárguenseʼ.
La censura es un trago amargo que no desciende del esófago.
La Fundación Ludwig y sus acólitos devienen en objeto de monitoreo del estado de los derechos culturales en Cuba.
‘Muestrario del mundo o Libro de las maravillas de Boloña’, de Eliseo Diego, evoca ficciones que no se podrán resolver.
sueño en el lodo de la moral hasta caer en nuestro estiércol para bendecirnos / no ser nadie para ser el amo del universo / ni juego ni escritura ni religión ni ley en el desierto de nuestros corazones
‘¿Por qué el pueblo cubano (aún) apoya el castrismo?’ es un libro importante, que quiere desentrañar entre lo fatídico y lo consustancial del destino de una nación fallida.
“Era inevitable que se cruzaran. Él la miró, acariciándola entera, aunque no pronunció palabra. Ella lo miró, y sintió que empezaba a gustarle”.
Enrique Patterson es un ensayista, periodista y activista, conocido por su análisis de la realidad cubana. Patterson es presidente del Instituto de Estudios Cubanos.
El libro analiza la obra de varios intelectuales cubanos a los que el autor asocia con la idea de reforzar la decencia de la República para evitar la injerencia de los Estados Unidos.
“El ODC condena la instrumentalización del patrimonio natural y cultural de forma segregada, para legitimar un sistema político-económico fallido”.
Además, Andrés Manuel López Obrador solicitó a Estados Unidos establecer acuerdos de deportación directa con estos países.
Líderes haitianos en Florida piden que se aborden las causas de la migración y critican que el Estado se centre en la militarización en lugar de en la ayuda humanitaria.
Rusia detiene a seis periodistas, entre ellos Antonina Favorskaya, intensificando su represión de la libertad de prensa.
Lía Villares (La Habana, 1984) es escritora, artista visual y músico. Fundadora de la blogosfera cubana con su blog ‘Habanemia’. Bajista del grupo de rock opositor Porno para Ricardo.
Hablamos de la primera temporada de La Casa de Las Flores, la nueva comedia mexicana de Netflix.
La Primera Bienal Internacional de Humor Político intenta monopolizar y reconducir sátiras y tropos hacia las conveniencias del poder.
Es ahí donde confluyen curiosos, asiduos, deseosos, guapos, conocedores, inexpertos, pingueros, despechados, faltos de dinero. Todos en busca de lo mismo: sexo, contacto.
Similar a las llamadas calientes que nos hacían en la adolescencia chicos anónimos para decirnos cochinadas. Pero no había fotos de por medio, solo la fantasía trepidante.
“No escribí un libro para que su trama durara tres meses. Yo escribí un libro para que con el paso del tiempo tú puedas leer y, mientras haya un inmigrante, una persona que se tiene que ir de su país por cualquier razón,este libro tiene sentido”.
Siguiendo la ruta de las pieles, la agricultura y el petróleo, salimos de los pies del monte Vitosha, en Bulgaria, para desembarcar en el Nuevo Mundo, pero sin alejarnos de las peculiaridades de una vida cercana a la montaña. A la vista de Las Rocosas, Giselle B. Cortázar, nacida en Guantánamo, nos contará su historia.
Más allá de caras lindas y actitudes consentidas ante el acecho del lente, las mujeres de Evelyn Sosa exponen una libertad sin turbaciones en un territorio doliente, de cultura patriarcal crónica. Al menos así parecen asomar, desde la imagen robada, las nuevas emprendedoras, gestoras, chicas independientes, dueñas de negocios y sonrisas infalibles.
Mi galería de horrores cinematográficos no conoce de épocas. Las películas del siglo pasado dialogan con las soñadas una centuria después.
He pretendido siempre conservar ese mundo que ha ido desapareciendo y que es, definitivamente, nuestra identidad nacional.
Haced pública de una vez la pataleta de Heberto Padilla. Revelad por fin su insignificancia. Nos pertenece a todos y cada uno de los cubanos que quedamos.