Biden se enfrenta al aumento de la migración cubana

El gobierno de Biden se encuentra en una situación difícil, ya que las cifras de migración cubana se disparan, planteando importantes desafíos políticos tanto a nivel nacional como internacional.

Los datos de Aduanas y Protección Fronteriza muestran que más de 200 000 cubanos llegaron a la frontera entre EE.UU. y México durante el año fiscal 2023, superando las cifras del año fiscal anterior. Según un análisis reciente de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, los cubanos representaron el 19% de todos los migrantes en los puertos de entrada a EE.UU. en septiembre. Los datos también revelan que los mexicanos representaron el 27% de todos los encuentros, mientras que los venezolanos se situaron en el 23%.

A la luz del panorama económico y político relativamente sólido de México, cualquier estrategia a corto plazo para frenar la migración mexicana parece difícil de alcanzar para el presidente Biden. Sin embargo, las depresiones económicas de Cuba y Venezuela, presentan retos y oportunidades distintos.

La administración Biden entabló recientemente conversaciones con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a pesar de las tensiones de larga data y las acusaciones de narcocorrupción contra su régimen. Un avance decisivo fue la relajación de las sanciones a Venezuela, a cambio de que Maduro permitiera que las elecciones primarias de la oposición se celebraran con una interferencia mínima. María Corina Machado, líder de la oposición, obtuvo una impresionante victoria con el 92% de los votos. Esta victoria supone el mayor desafío al gobierno de Maduro en 20 años.

Sin embargo, los republicanos de Florida se apresuraron a criticar estos acontecimientos. “Me opongo vehementemente al anunciado ‘acuerdo’ con la dictadura de Maduro…. Después de años de represión… Estoy convencido de que ningún acuerdo con Maduro garantizará la libertad en Venezuela”, comentó el representante Mario Díaz-Balart (republicano de Florida). Por su parte, líderes demócratas, como el senador demócrata Tim Kaine y el representante demócrata por Texas Joaquín Castro, se mostraron optimistas ante la posibilidad de que el acuerdo de sanciones a favor de la democracia suponga un cambio positivo para los venezolanos.

Sin embargo, mientras que las conversaciones con Venezuela han cobrado impulso, las autoridades cubanas siguen esforzándose por dialogar con Estados Unidos, deseando un alivio de las sanciones y la retirada de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Esta designación ha obstaculizado el acceso de Cuba a la banca internacional desde su adición en la era Trump, exacerbando las dificultades económicas.

El enfoque actual de Estados Unidos hacia Cuba con la política de acercamiento de la administración Obama. Cualquier medida para suavizar las sanciones, sin elecciones a la vista, podría interpretarse como un guiño a las políticas de la era Obama.

Funcionarios cubanos hacen hincapié en las recientes medidas estadounidenses y en su contribución a los patrones migratorios. Johana Tablada, alta funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, expresó su preocupación por “las flamantes 200 y pico medidas unilaterales y coercitivas durante Trump y Biden” que causan una migración cubana sin precedentes a Estados Unidos.

En medio de estos acontecimientos, al presidente Biden le queda sopesar las implicaciones políticas de abrir conversaciones con Cuba, especialmente con un próximo año electoral y el cambiante panorama político de Florida.










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