“Mana, me voy del país. Venderé la casa con todo adentro. Haré la travesía hacia los Estados Unidos. Ya no resisto más…”.

Agustín Marquetti / Alain Roca / Ana Fidelia Quirot / Antonio Scull / Armando Capiró / Carlos Tabares / Danel Castro / Dayron Robles / Diosbelys Hurtado / Eduardo Paret / Frank Sánchez / Germán Mesa / Ihosvany Hernández / Javier Sotomayor / Juan Padilla / Lázaro de la Torre / Lázaro Junco / Lázaro Valle / Luis Alberto Orta / Luis Giraldo Casanova / Maikel Chang / Maikro Romero / Mario Kindelán / Mireya Luis / Nirio Rivero / Omara Durand y Yunior Kindelán / Orlando Samuels / Pedro Medina / Pedro Orlando Reyes / Raúl Diago / René Navarro / Reutilio Hurtado / Rey Vicente Anglada / Robeisy «el Tren» Ramírez / Robertlandy Simón / Rogelio García / Silvio Leonard / Yadel Martí / Yamilé Aldama / Yordenis Ugás.
“Mana, me voy del país. Venderé la casa con todo adentro. Haré la travesía hacia los Estados Unidos. Ya no resisto más…”.
Pescar en La Habana, desde el muro del malecón o en un corcho aguas adentro, es una forma de zen.
Sólo dos detalles han impedido que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel sea un invitado de honor en el Congreso estadounidense.
Deberíamos dejar a los basureros que nos gobiernen: peor que la actual dirigencia del país no lo van a hacer.
Esperar que a partir del 20 de enero las aguas vuelvan a su nivel y la retórica de perros ladrándose patio de por medio vuelva a ser lo corriente.
Me digas lo que me digas, baile contra quien baile, yo siempre voy a subir la apuesta y a trastocar la lógica del juego, maldita sea.
Una movida hueca, que sólo refuerza el trágico ciclo de las relaciones EUA-Cuba.
Capítulo del libro ‘Historia de la música popular cubana. De las danzas habaneras a la salsa (1829-1976)’, de Antonio Gómez Sotolongo (Hypermedia, 2024).
Leí que Michael H. Miranda (Cuba, 1974) ha escrito un libro que son muchos libros. Obsesivo como es, tanto con la escritura como con la lectura, ha ensartado para una sola puntada el material no sobrante de unos dos años de lectura.
“En una cárcel que se llama Fonts y Beales que se llama Lawton que se llama 10 de Octubre que se llama La Habana que se llama Cuba que se llama América Latina”.
El presidente ruso Vladimir Putin visita China, estrechando lazos con Xi Jinping en medio de los avances de Rusia en Ucrania y las crecientes tensiones internacionales.
Fico se encuentra en estado grave pero estable tras un tiroteo por motivos políticos, lo que ha despertado la preocupación por el aumento de la violencia en Europa.
Esta pinga de apartamento que no es sino una especie de reflejo de esta pinga de país.
En Ucrania son visibles varios signos de clientelismo presidencial. Un presidente clientelar y unos oligarcas que buscan rentas son los principales actores del sistema político del país.
La reunión secreta se celebró cuando se acerca la fecha límite del 18 de abril para que Estados Unidos decida si volverá a imponer sanciones a la industria petrolera de Venezuela.
“Dos artefactos explosivos colocados a lo largo de la carretera que conduce al cementerio fueron detonados a distancia por terroristas”, según declaró un funcionario iraní.
El senador Bob Menéndez se enfrenta a nuevos cargos en una acusación revisada por presuntamente utilizar su influencia para negociar un acuerdo de inversión qatarí.
Cristina Morales conversa sobre su novela Lectura fácil, ganadora del Premio Herralde de Novela 2018.
Nadie le cortó las manos, ni la garganta. Su corpachón octosílabo no fue tirado en ninguna cuneta. Tampoco le pegaron un buen par de electrodos en sus testículos.
Cuba posee un legado esclavista que se articula hoy en un Estado carcelario.
Hasta Islandia llegó Yandy Núñez Martínez, The Cuban Mountaineer, que ansía convertirse en el primero de nuestra isla en escalar el Monte Everest: “Quien tenga ganas de desarrollarse, alcanzar sus metas, sentirse pleno, tiene que buscar eso fuera de Cuba. No por eso dejo de sentirme cubano, solo que tengo ambiciones en la vida, quería más”.
Un teatro de la comprensión y dignificación del mundo femenino y del cuerpo como espacio sometido que se convierte en un grito en escena.
“Tuve épocas sin dormir con mi esposo y separada de mis hijos, porque me daba miedo hacerles daño. ¿Y si los mataba con esa corriente? A cada rato sigo sintiendo los fuetazos, pero trato de controlarlos con la pintura, que me calma”.
‘La revolución silenciosa’, de Lars Kraume, es una película frustrante por la incapacidad de hallar en ella una línea divisoria nítida entre buenos y malos.