Nina Zubareva, superviviente del sitio de Leningrado, falleció en Cuba, anunció la embajada rusa en La Habana.
Nina Zubareva, superviviente del sitio de Leningrado, falleció en Cuba, anunció la embajada rusa en La Habana.
La Revolución se instituye como la instancia legitimante que incluye excluyendo. La única pareja de baile es ella misma y no bailar con la Revolución no es una opción.
Si a veces cuesta dialogar al interior de la familia, ¿por qué resolvemos tan fácilmente una guerra entre dos países, tan pronto como nos enteramos por las noticias?
La Unión Económica Euroasiática amplía su alcance forjando nuevos lazos de cooperación con Cuba y Nicaragua, centrándose en sectores como el farmacéutico, el turístico y el agroindustrial.
Crecen las sospechas sobre el paradero y protección de Vladimir Cerrón, ex gobernador de Junín, actualmente sentenciado por cargos de corrupción.
Netflix resuelve una demanda por difamación presentada por José Basulto, responsable de Hermanos al Rescate, por su imagen en “Red Avispa”, evitando así un juicio con jurado.
Una masturbación es el diminuto triunfo de lo irrepetible.
Un avión militar ruso se estrella en Belgorod, cerca de Ucrania, con 74 muertos. Informes contradictorios sobre la carga; Ucrania niega haberlo derribado.
Trump gana las primarias del Partido Republicano en New Hampshire, y consolida su ventaja para la nominación presidencial.
En mi novela hay una mujer que se llama Fiorella. Se llama Fiorella porque nació en el Río de la Plata y su ascendencia es italiana, pues nadie se llama Fiorella donde yo vivo. Fiorella es artista, o quiere serlo, solo que no sabe cómo expresar el arte que cree contener en su interior.
Yo me maravillo de que ninguno de los mejores fotógrafos cubanos vivos haya publicado nunca un libro que diga de nosotros lo que Los americanos, la obra maestra de Robert Frank, dice de los americanos.
Jack Kerouac escribió: “Después de ver estas fotos, al final ya no sabes qué es más triste: la vitrola o el ataúd”.
Figura mayor de la mítica generación de artistas cubanos de los años ochenta, Ana Albertina Delgado siempre ha conciliado la herencia de antiguos y modernos, resistido a las polémicas y a los efectos de la moda para llevar a cabo, con toda independencia, su obra pictórica.
Era evidente que a los cinco los habían reventado justo un siglo atrás, en una de esas escaramuzas de la mal llamada Primera Guerra Mundial. Porque ni fue la “primera”, ni fue para nada “mundial”.