“Es probable que todos los miembros actuales del gobierno terminen en prisión o, al menos, pasen el resto de sus vidas en reuniones legales. ¿Por qué?”.
“Es probable que todos los miembros actuales del gobierno terminen en prisión o, al menos, pasen el resto de sus vidas en reuniones legales. ¿Por qué?”.
Este régimen me ha convertido en una mala persona, motivada por la venganza y los pensamientos más turbios. En un enemigo del perdón.
A estas alturas, cuanto declaró la ministra no me sorprende: ha sido enunciado como si del otro lado de la pantalla no hubiera vida inteligente.
Una entrevista sobre estudios sociorreligiosos, subordinación académica y exclusión intelectual en Cuba.
Ruinas interiores, cuerpos fragmentados, símbolos antiguos, rostros sin rostro, selvas espesas y luces que no iluminan, sino que revelan la oscuridad.
“Por alguna razón, se espera que los cuentos y películas hechos por cubanos traten sobre Cuba y, además, estén dentro de un espectro de crítica social”.
“Ya nadie cree en la revolución. El Gobierno de Díaz-Canel no concita ningún afecto ni respeto. El país no produce casi nada”.
La dama blanca besó mi frente / con beso casto, beso de hermano. / Besa la frente, la dama blanca / a los que deben morir temprano.
Como colectivo, estábamos solos en las manos abismales de la infinitud. El cosmos no formaba parte del castrismo. Y eso, sin saberlo, constituía un alivio existencial.
Fátima Vélez Giraldo (Manizales, Colombia) Poeta, narradora, madre, profesora y estudiante eterna. Ha publicado los libros de poesía ‘Casa Paterna’ (2015), ‘Del porno y las babosas’ (2016 y 2022), ‘Diseño de interiores’ (2019) y la novela ‘Galápagos’ (2021). Vive en Nueva York.
El inventor y el rey. En el uno, el afán de romper el círculo, lo indefinido. […] El rey queriendo cerrar cuentas, sellando fijas minuciosidades. El inventor burlando parábolas, abriendo la sorpresa de nuevos agrupamientos numerales.
Las maravillosas estatuas de otros tiempos han sido desfiguradas o retiradas… El imperio iba desmoronándose de modo inexorable y la ligazón cultural se disolvía.
Fragmento del libro ‘El infinito en un junco’ de Irene Vallejo (Siruela, 2019).
La reciente visita de funcionarios cubanos a instalaciones seguras del aeropuerto de Miami, forma parte de una lista más extensa de visitas y acercamientos entre Estados Unidos y Cuba.
“Con él se va no sólo el alma del investigador y bibliotecario que conocimos y quisimos, sino un ser tocado además por su propia leyenda”.
“Si hubiera micrófonos en casa como antes, seguramente los vigilantes me tomarían por loca mientras me graban hablando contigo”.
Payá, reconocida por su defensa de la democracia en Cuba, acompañará a Giménez con el objetivo de destacar la grave situación de los derechos humanos en la isla.
Biden y López Obrador prometen unir esfuerzos contra el tráfico de fentanilo y para gestionar los retos migratorios entre México y EE.UU.
Israel intensifica su ofensiva en Gaza, atacando las regiones meridionales y advirtiendo de una nueva escalada.
Ese ritmo lánguido que cuelga sobre el reloj colectivo de la mayoría de los pueblos cubanos, de la mayoría de los pueblos del planeta.
A los 15 años supe que, desde el punto de vista político, ser homosexual negro era considerado un pecado nefando. Comprendí que, como homosexual negro, estaba condenado a una doble soledad, y que si decidía vivir como tal en una sociedad tan homofóbica, era preciso negociar mi entrada al mundo del homosexual blanco.
Esta ciudad dice ansiar cambios, pero nunca los espera. Se asusta ante cualquier hecho violento que le remueva su zona de confort. Está preparada para actos rutinarios que definen el actuar diario de sus gentes: la voz alzada y la crítica banal y estéril. La libertad a medias es el panegírico que espera esta ciudad. Ni siquiera la esperanza.
Una entrevista con Aleksandr Dugin. Sociólogo, filósofo, asesor geopolítico del Estado Mayor del Ejército Ruso. Para muchos, la inteligencia detrás de la política exterior de Vladimir Putin.
También conocido como el ‘Rasputin de Putin’ o ’the Putin’s Mind’.
¿A quién se le ocurre asistir a un evento, donde te prometen salir empapado, con vestidos de noche y en el constante temor de que tu móvil coja catarro?
“Si yo te digo ahora mismo que tengo miedo, es la verdad. No me había percatado de la parálisis real que implica tener miedo, hasta que en 2018 envié una caja de misceláneas para Cuba y me devolvieron la misma caja llena de trastos viejos. Ese fue el cimiento de ‘Una gota de sudor por cada suspiro’”.
“De Cuba me queda una conciencia sociopolítica muy presente, y un temor constante a que mis coterráneos pierdan sus cuotas ganadas de libertad. En mi arte, al igual que en mi vida, busco involucrarme o fomentar espacios libres, donde el compromiso no sea visto como una limitación o un dogma”.