Es la Uneac, la organización que acompaña proyectos que coartan la libertad creativa, la que atropella a mujeres intelectuales; la que ideologiza y politiza el consumo culturaly educativo de las niñas y los niños cubanos.

Es la Uneac, la organización que acompaña proyectos que coartan la libertad creativa, la que atropella a mujeres intelectuales; la que ideologiza y politiza el consumo culturaly educativo de las niñas y los niños cubanos.
Uno vive en Cuba y el contexto horroriza. O desalienta. O estremece. O deprime.
Luis Manuel Otero Alcántara y Raychel Carrión utilizaron el teatro político orquestado por el Estado como telón de fondo para sus críticas al poder institucional.
No hay eventos a los que acudir: ni tertulias, ni festivales, ni espacios de opinión donde se pueda debatir qué se debería hacer con las estatuas, una vez que el sistema se desplome.
La atención a la migración cubana es una deuda de solidaridad que la región aún no ha saldado.
La pérdida de otra vida en la más absurda cotidianidad de una nación sin rumbo y sin destino.
Veo cada detalle, oigo lo que se dijo y se calló, toco en mi mente la mano temblorosa de mi padre que hasta aquel día no sabía que existía.
“Que me perdonen todos los que, de un modo u otro, me conocieron y no pudieron realizarse”.
“Una protesta contra la dictadura autoritaria de un sistema anacrónico y contra el mundo libre y su demagógico discurso de ‘igualdad, libertad, fraternidad’”.
Es una risa sin género y sin raza. Espontánea, como un vómito de aire. Por reír, ríen hasta los verdugos de verde oliva, antes del preparen-apunten-fuego en los pelotones de fusilamiento.
Mi abuela entendía la libertad como mirar hacia el horizonte y que estuviera allí todas las mañanas. Mi padre inventariaba la libertad como la suma de todos los placeres prohibidos encontrados en un Placer Único. Mi idea de la libertad siempre fue menor: que la prisión abra sus puertas y te obligue a una esclavitud roñosa y despiadada: decir la verdad para los otros.
El miedo que experimentó Virgilio Piñera se convierte en sorna, en socarrona ironía ante la obstinada tozudez de un totalitarismo que, travistiéndose de futuro, sigue negando la esperanza y la libertad.
Un análisis del proceso de reclutamiento revela una inquietante cadena de acontecimientos.
El líder de los Proud Boys, con raíces cubanas y activista pro-Trump, enfrenta 22 años de prisión por su rol en el asalto al Capitolio.
La Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) repatrió a Cuba a dos individuos tras interceptar su embarcación frente a las costas de Florida.
El asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, anunció que Corea del Norte “pagará un precio” si decide suministrar armas a Rusia.
Con Milei, el gobierno argentino sólo mantendrá la actual representación formal en estos países, similar a su enfoque con el régimen fundamentalista de Irán.
¿Qué motivó el temerario motín de Prigozhin? Desentrañando las causas detrás de la revuelta.
La renovada alianza de Rusia con Cuba suscita preocupación por sus implicaciones en materia de seguridad e inteligencia. Los expertos advierten de los riesgos potenciales y de las tácticas propias de la Guerra Fría.
Que dicten los dictadores y que sigan los seguidores. Perdónenme los estudiosos de la Cuba contemporánea que piensan más calmadamente en el futuro de todes, pero yo no creo en las hadas desde que se me cayeron los dientes de leche y nadie vino a recogerlos.
La empresa estatal Paradiso parquea sus ómnibus cargados de turistas en el ISA. Cobra un precio exorbitante por el servicio de transporte y la entrada. Aún es un misterio el destino de esos fondos.
Impulso Teatro presenta por estos días de agosto, en La Habana, una obra de Peter Handke: Insultos al público. Bajo la dirección de Alexis Díaz de Villegas, esta puesta en escena tiene méritos, desencuentros, y algunos desaciertos.
El poscomunismo, más que lavar su perversidad imaginaria, ha venido intoxicando la misma con un narcisismo auxiliado por restos de bienes culturales que se debaten entre el romanticismo memorialista y la conmemoración remisa, donde la narración se satura colocando el presente en un pasado intemporal.