¿Qué rescato ahora de esa prehistoria? Unos cuantos libros, como siempre.

¿Qué rescato ahora de esa prehistoria? Unos cuantos libros, como siempre.
Leí que Michael H. Miranda (Cuba, 1974) ha escrito un libro que son muchos libros. Obsesivo como es, tanto con la escritura como con la lectura, ha ensartado para una sola puntada el material no sobrante de unos dos años de lectura.
Esto significa que el caso de pena capital que lleva más tiempo abierto en la base de Guantánamo (Cuba) podría llegar a su fin 25 años después del atentado terrorista.
No pudo ser mejor. Él era mi Humbert Humbert. Y yo, su Lolita. Treinta y tres años contra catorce.
Es la Uneac, la organización que acompaña proyectos que coartan la libertad creativa, la que atropella a mujeres intelectuales; la que ideologiza y politiza el consumo culturaly educativo de las niñas y los niños cubanos.
No hay eventos a los que acudir: ni tertulias, ni festivales, ni espacios de opinión donde se pueda debatir qué se debería hacer con las estatuas, una vez que el sistema se desplome.
La atención a la migración cubana es una deuda de solidaridad que la región aún no ha saldado.
Lo que más trabajo le dio fue conseguir que la considerara su discípula más aventajada en la Stasi, alguien en quien tuviera resonancia su lucha a muerte por la Causa.
“Deja a esa mujer”, dije. “Es ciega y comprende el amor de una forma tan ancestral que se aproxima a lo siniestro”, murmuró.
Necesitaba cierta lógica de ficción para empatar las dos imágenes que tengo de ella: primera y última cita.
Una niña se asusta y regresa corriendo a los brazos de la madre que deja caer el helado de fresa que ha perdido la figura en espiral.
El descubrimiento fue involuntario, como la aparición de una isla con vegetación rosa, verde, naranja y celeste que aparece en el medio del océano sin figurar una sola coordenada en el mapa.
En un desaliñado encuentro en Nueva York, Amaury Pérez se cruza con su pasado y se enfrenta al éxito de dos excompañeros de secundaria.
Poco antes de enamorarme perdidamente de ella, sin metáfora ni oxímoron, sino solo deseo y enseguida un sentimiento, recibí una invitación de ‘Neutral Room’.
Israel y Hamás acuerdan una tregua de 4 días para el intercambio de rehenes y la entrada de ayuda en Gaza, devastada por la guerra.
Con las mismas manos de escribirte limpio la freidora Equipment Avantco de mi nuevo trabajo. Cinco años atrás, si alguien me hubiese dicho que estaría nueve horas en una cocina, entre el olor a fritas, grasa requemada, etc., me habría parecido un chiste, jamás un hecho real.
Una joven (Evelyn Corvea) se encuentra bajo un estrés provocado por la separación de sus padres. La ausencia hace mella. La joven tiene hambre y sed. La joven demanda atención especializada.