Oscar Grandío Moráguez es historiador y politólogo. Autor, entre otros, del libro, ‘Mejor no me callo. Notas ante una transición en Cuba’ (Hypermedia, 2024).
Oscar Grandío Moráguez es historiador y politólogo. Autor, entre otros, del libro, ‘Mejor no me callo. Notas ante una transición en Cuba’ (Hypermedia, 2024).
La Habana, noviembre de 2023. Alina Bárbara López es procesada judicialmente por razones políticas. Las cárceles abarrotadas por cientos de protestantes desde el 11 de julio de 2021. Madres cubanas lloran.
‘Reconciliación’ es una entrega de la serie ‘Epizootia’, una columna de la artista Camila Ramírez Lobón en ‘Hypermedia Magazine’.
La locura es un territorio al que han sido desterrados millones de seres divergentes del constructo cultural conocido como “normalidad”.
Ya mi país-hogar, tal como lo recordaba, se esfumó. También emigré, aunque mi cuerpo permanezca.
No hay peor astilla que la del mismo garrote. Y después se preguntan por qué las campanas han doblado por Trump.
Así quería verlos, tranquilitos. Dándose la mano y todo. Ayer, Joe Biden y Donald Trump. Hoy, Donald Biden y Joe Trump.
Indie Wire: “Una activista cubana simpatizante de Trump lucha por la democracia en un documental sobre nuestras diferentes definiciones de libertad”.
No sé nada de exilios. Todo lo que fundé quedó atrapado en La Habana bajo el peso insalvable de la dictadura.
La angustia generada por la Crisis de los Misiles propició en Raggi la evocación del fin del mundo y un nuevo comienzo para la humanidad.
Un ser generoso y bueno y, al mismo tiempo, feroz contra todo lo que le parece malvado o simplemente injusto.
¿En qué ‘se avanza’? ¿Se avanza siquiera en el mito mismo de lo que significa la palabra “avanzar” dentro de la historia de un Estado pretenciosamente socialista?
Una vez que los ciudadanos excluidos mostramos afán de participación, el castrismo necesita implementar formas de frenar ese proceso completamente ajenas a la ley.
En esa peligrosa penumbra interior vivió siempre, como un niño indefenso frente a un inmenso mar temido y oscuramente deseado.
El enfrentamiento entre Israel y Hamás, que ha causado más de 1100 muertos, hace temer una guerra prolongada que desestabilice un Oriente Próximo ya de por sí tenso.
Odio a Fidel Castro.
Odio a Raúl Castro.
Ese odio no es el mío. Pero es sin duda el de al menos algunas personas que están hoy en esta sala. Lo adopto simplemente por su forma. No debería darle temor a nadie.
“Creo entender las actitudes de otros artistas, aunque no comparta su opinión. Lo que no comprendo es cuando el arte depende demasiado de las circunstancias para ser arte. Por ejemplo: el arte puramente político, o de género; ya que cuando le quitas el apellido simplemente no se sostiene, no es nada”.