Dicen que hay tipos matando perros. Y viejitos que se desmayan bajo el sol.
Dicen que hay tipos matando perros. Y viejitos que se desmayan bajo el sol.
Por todo lo que ignoro. Sí. / Por todo lo que ignoro / y por lo que, sabiendo, no te di.
Carta del escritor Carlos Alberto Montaner al presidente cubano Miguel Díaz-Canel en “defensa de la libertad, la democracia y los derechos humanos”.
El Consejo de Transición de Haití pretende acabar con el dominio de las bandas y abordar las profundas desigualdades de cara “al día después”.
“A través de la no confiabilidad del mundo, Ella propone hacer domeñable la realidad. Aunque no confía en la Utopía. Lo que la convierte en un cortocircuito del universo”.
¿Más disturbios? No, lamento decepcionar a esos que quieren ver el mundo arder y a Cuba sumida en una guerra civil o algo peor.
Irán lanzó una andanada masiva de más de 300 aviones no tripulados y misiles contra Israel durante el fin de semana, en lo que se cree que es el primer ataque directo de Irán contra su enemigo regional desde suelo iraní.
¿Un estornino puede tener la cualidad metafísica de un alción, de ese alción del que nos hablaba Nietzsche?
Por primera vez en la historia de Estados Unidos, un expresidente se sentará en una sala para el primer día de su juicio penal.
Aludir a nuestros artistas políticos con un simple “efecto Ai Weiwei”, en nombre de una impostada visión global, es una hipocresía y un deseo de caerle en gracia a los funcionarios que han expulsado de la república del arte cubano a Tania Bruguera o a Luis Manuel Otero Alcántara, entre otros que cultivan el desacato al régimen.
El artista Eldy Ortiz relata la vigilia del 26N frente a la iglesia de Paula y la parada del 27N ante la sede del Ministerio de Cultura, Cuba.
He sido profesora de artistas como Tania Bruguera y Luis Manuel Otero Alcántara. Quizás he aprendido de ellos más de lo que ellos han aprendido de mí, porque su forma de acercar el arte a la vida no ha quedado en el campo artístico, sino que se ha extendido hacia el servicio social.
Abisay Puentes, en la distancia, que es también la mía, pinta cada día. Y lo hace del mismo modo que escribo yo: regido por el signo de la inequívoca conexión con ese lugar de origen que, para bien y para mal, ha marcado nuestras vidas como un tatuaje indeleble que sangra, que sangra siempre.