En un editorial titulado “Crece la preocupación por el gran regreso de los rusos a Cuba”, escrito por Hank Tester y publicado por CBS Miami el 19 de julio de 2023, el autor examina la reciente reactivación de la relación entre Rusia y Cuba. Tester destaca las posibles consecuencias de esta renovada alianza, centrándose en los retos económicos de Cuba, la creciente influencia rusa en la región y las implicaciones para Estados Unidos. Este exhaustivo análisis suscita preocupación por la vulnerabilidad de Cuba, el resurgimiento de tácticas propias de la Guerra Fría y el impacto en la dinámica de seguridad regional.
El contexto histórico
Tester subraya que Rusia y Cuba están reavivando su relación después de un declive significativo tras el colapso de la Unión Soviética a finales de los años ochenta. Durante las décadas de 1970 y 1980, la Unión Soviética desempeñó un papel crucial en el apoyo a la economía cubana de base comunista bajo el gobierno de Castro. Sin embargo, con la disolución de la Unión Soviética, la ayuda de Rusia a Cuba cesó abruptamente, dejando a la nación insular en un estado de confusión económica.
Evolución actual
El editorial arroja luz sobre las tentadoras ofertas que Rusia está ofreciendo a Cuba, entre las que se incluyen ofertas favorables en gasolina, donaciones de emergencia de trigo, planes para la construcción de hoteles, aumento del turismo ruso y el establecimiento de tiendas minoristas abastecidas con productos domésticos rusos. A cambio, Cuba concedería arrendamientos inmobiliarios a largo plazo a empresarios rusos, facilitaría la importación libre de impuestos de equipos rusos y permitiría la apertura de bancos rusos. Además, se está discutiendo la posible reapertura de una estación de espionaje operada por Rusia en Cuba, lo que añadiría un elemento de preocupación en materia de seguridad.
Implicaciones para la seguridad
Tester se muestra preocupado por las implicaciones para la seguridad del refuerzo de la presencia rusa en Cuba. Abundan las especulaciones sobre un mayor número de buques de guerra rusos atracando en el puerto de La Habana, bombarderos rusos de largo alcance que podrían volar por la costa este de Estados Unidos y aterrizar en Cuba, así como la presencia de buques espía rusos cerca de las aguas territoriales atlánticas de Estados Unidos. Los expertos comparan a Cuba con un “portaaviones permanente” para Rusia, lo que plantea importantes preocupaciones para la seguridad nacional de Estados Unidos y la estabilidad regional.
El papel de las operaciones de inteligencia
El editorial subraya la competencia de Cuba en inteligencia y espionaje. Destaca la reputación establecida de Cuba de llevar a cabo operaciones de espionaje efectivas “sobre el terreno” y de participar en la venta de inteligencia a entidades hostiles a Estados Unidos. Dada la actual guerra de poder entre Rusia y Estados Unidos en Ucrania, las capacidades de inteligencia de Cuba son aún más valiosas. Los expertos sugieren que Cuba podría proporcionar a Rusia información sobre las actividades de las Operaciones Especiales de Estados Unidos debido a la larga vigilancia que ejerce sobre estas unidades.
Análisis de expertos
Para apoyar el análisis, Tester incluye opiniones de expertos en la materia. Otto Reich, ex Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental y ex embajador de Estados Unidos en Venezuela, expresa su preocupación por la alianza ruso-cubana e insta a la vigilancia. Chris Simmons, ex oficial de contrainteligencia de la Agencia de Inteligencia de Defensa y experto en inteligencia cubana, advierte que, aunque no signifique un retorno completo a la Guerra Fría, muchas tácticas del pasado podrían resurgir como resultado de esta renovada relación.
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