El temor a una catástrofe humanitaria se intensifica a medida que las fuerzas israelíes intensifican los bombardeos sobre la Franja de Gaza y los enfrentamientos a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano amplifican la preocupación por un conflicto regional más amplio.
La respuesta israelí al catastrófico ataque de Hamás del sábado, que causó más de 1200 víctimas israelíes, principalmente civiles, ha provocado el desplazamiento de más de un cuarto de millón de gazatíes. La desesperación es palpable mientras muchos intentan escapar a Egipto, pero la mayoría de los dos millones de residentes del enclave siguen atrapados.
El asedio total de Israel a Gaza ha detenido la entrada de suministros esenciales, dejando a los residentes sin acceso a alimentos, agua y combustible. Los constantes ataques aéreos sacuden los edificios durante toda la noche, sumiendo a gran parte de Gaza en la oscuridad y el miedo.
La ONU informó de que más del 50% de los residentes desplazados buscan refugio en escuelas gestionadas por una agencia de las Naciones Unidas que atiende a los refugiados palestinos. Algunos están encontrando refugio temporal en hoteles, pero con los continuos ataques aéreos, las opciones seguras están disminuyendo.
La situación en la frontera entre Egipto y Gaza sigue siendo sombría. Aunque el ejército israelí ha instado a los palestinos a evacuar por esta ruta, el paso ha sido blanco de múltiples bombardeos, lo que lo ha hecho inaccesible. Cada vez son más los llamamientos internacionales para que Egipto abra sus fronteras para aliviar la escalada de la crisis, pero el país sigue mostrándose reacio.
Ahmad Hassouna, vecino del distrito de al-Karama de la ciudad de Gaza, relata los horrores de un reciente ataque aéreo: “Estábamos todos aquí en el suelo, heridos, y cuando pedimos una ambulancia, atacaron la ambulancia”. En una declaración desgarradora, lamentó: “Olvídense de los derechos humanos, ni siquiera tenemos derechos de los animales”.
Con casi 950 palestinos muertos desde el sábado, según el Ministerio de Sanidad del enclave, la preocupación por una escalada regional no es infundada. Los enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y el Hezbolá libanés avivan el temor a un nuevo frente en la guerra.
Hoy, Hezbolá ha tomado represalias contra un ataque israelí, que ha causado víctimas en ambos bandos. Aunque las escaramuzas entre Israel y los grupos palestinos en Líbano son relativamente limitadas, la perspectiva de una implicación total de Hezbolá podría resultar devastadora tanto para Israel como para Líbano.
El ejército israelí no parece inmutarse. Los oficiales han señalado que su ofensiva en Gaza superará a cualquier campaña reciente en escala e intensidad. La Fuerza Aérea israelí informó del lanzamiento de 80 ataques aéreos contra instalaciones e infraestructuras de Hamás. Sin embargo, los residentes palestinos y la ONU refutan estas afirmaciones e informan de importantes bajas civiles.
La infraestructura de Gaza se deteriora rápidamente. La escasez de agua corriente, la disminución del suministro eléctrico y el grave deterioro de las líneas de telecomunicaciones agravan la crisis humanitaria.
El estricto cierre impuesto por Israel a Gaza desde 2007, tras la toma del control por Hamás, ha tenido repercusiones socioeconómicas a largo plazo. Antaño una región en la que muchos gazatíes trabajaban en Israel y circulaban libremente, la economía y las infraestructuras de la Franja de Gaza se han visto continuamente golpeadas por los bloqueos y las guerras.
La pastilla: 01×06. Cuba: la economía invisible
¿Cómo se enriquecen los militares y dirigentes cubanos? Reunión de empresarios en Miami, ¿quiénes participaron? La historia cubana de los actos de repudio. Y los gusanos y la ciencia, en esta, nuestra pastilla.
