“Al voltear las obras, pervirtiendo así su frontalidad convencional, insertamos experiencias contemplativas que reivindican ese lado de la pintura al que no llega la luz”.

“Al voltear las obras, pervirtiendo así su frontalidad convencional, insertamos experiencias contemplativas que reivindican ese lado de la pintura al que no llega la luz”.
Pablo Milanés, junto a Silvio Rodríguez y la tropa novo-trovadoresca, fueron el ‘background’ de todo lo que a medida que yo crecía sentía falso y hasta siniestro a mí alrededor.
Continúa la oleada de migrantes africanos que llegan a Nicaragua desde El Salvador, a pesar de las restricciones impuestas por Estados Unidos.
Venezuela intensifica el conflicto del Esequibo y emite órdenes de detención contra opositores vinculados a María Corina Machado.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, crea el estado “Guayana Esequiba”, anexionándose dos tercios del territorio de Guyana.
El presidente venezolano reaviva la disputa territorial, con el objetivo de anexionarse la región petrolera del Esequibo, en Guyana.
Aumentan las tensiones entre Venezuela y Guyana por una zona fronteriza, ante los recientes descubrimientos de gas y petróleo.
Nicaragua retira a su embajador de Argentina en respuesta a las críticas del presidente electo Javier Milei, lo que agrava el aislamiento internacional de Ortega.
La generación de Hilda María Enríquez se quedó sin historia ni relatos, y llegó demasiado tarde al cinismo. A diferencia de la generación de su hija, que es también mi generación, y que nació con el cinismo en el tuétano, lo cual nos hace inmunes al nacionalismo, la Patria y a la Virgen de la Caridad del Cobre.
La idea es sencilla: cada día, durante los próximos cuarenta, publicaré aquí la versión de un poema que nos ayude a pensar el confinamiento. Rutina, refugio, exploración… Que cada lector escoja el uso que quiere dar a este diario en clave.
“A Kiki Corona nunca le fue bien en el ICRT. Su propia guerra tiene más que su música: está basada en el conflicto del propio Kiki cuando, siendo un chamaquito despreocupado de familia rica, le metieron en la cabeza lo de ser informante y él, tan buena gente, se lo creyó todo”.
En tiempos de COVID-19 no es que la ensoñación mantenga a raya a la locura, sino que la realidad podría confirmarse como una variación de lo fantástico. El comportamiento y la forma del virus alimentan la exaltación del mundo del horror.