Israel intensifica los ataques contra el sur de Gaza, con un número de víctimas sin precedentes. Aumenta el temor a un conflicto más amplio en Oriente Medio.

Israel intensifica los ataques contra el sur de Gaza, con un número de víctimas sin precedentes. Aumenta el temor a un conflicto más amplio en Oriente Medio.
En días recientes, un grupo de presentadores de los medios oficialistas ha optado por la migración hacia aquel “Norte revuelto y brutal” que meses atrás señalaban como origen de todo mal.
El tiene 45 años y ella 20. Y que nadie se equivoque: al final eso sí importa.
Imposible no llegar a las lágrimas al pensar que esa sonrisa franca de trompeta de carnaval no estará esperándonos tras la puerta de su apartamento oloroso a puerco y pollo al horno.
Los líderes mundiales, encabezados por el presidente francés Macron, se manifiestan en apoyo a Israel, al tiempo que subrayan la necesidad urgente de proteger a los civiles.
Los cruces de la frontera sur de Estados Unidos alcanzan máximos históricos. Las entradas legales se disparan, mientras los cruces ilegales no experimentan un aumento significativo.
Obama señaló: “Ya han muerto miles de palestinos en los bombardeos de Gaza, muchos de ellos niños. Cientos de miles han sido desplazados de sus hogares”.
El éxodo como escaramuza fútil de una mente atormentada contra sí misma. Como un placebo triste, un autoengaño.
Israel intensifica su asalto a Hamás en Gaza, mientras se agrava la crisis humanitaria. Estados Unidos insiste en la importancia de la ayuda continua y la liberación de rehenes.
Una lectura de El compañero que me atiende (Hypermedia, 2017).
Entrevista con Erick J. Mota, autor de El colapso de las Habanas infinitas (Hypermedia, 2018).