He visto cosas que ustedes, humanos defensores de la hermosa solidez de la Utopía, no creerían.
He visto cosas que ustedes, humanos defensores de la hermosa solidez de la Utopía, no creerían.
La censura es un trago amargo que no desciende del esófago.
El teniente Tamayo nos convocó y dijo: “Ninguno de ustedes va a sobrevivir”.
“El disparate es el auténtico motor de cambio, el puñetazo infantil del cual se desprenden los grandes progresos de la Humanidad”.
En vez de escribir metralla / cabría poner la lupa / en el ‘flow’ de la papaya / cuando un labio se la chupa.
“Entonces, digamos que mañana salimos de la cárcel. ¿A dónde vamos? ¿A la misma Cuba o a un exilio obligatorio?”.
El ODC llama a reflexionar críticamente sobre la manipulación de la infancia en el servicio de la agenda política cubana.
Como colectivo, estábamos solos en las manos abismales de la infinitud. El cosmos no formaba parte del castrismo. Y eso, sin saberlo, constituía un alivio existencial.
Lo que más trabajo le dio fue conseguir que la considerara su discípula más aventajada en la Stasi, alguien en quien tuviera resonancia su lucha a muerte por la Causa.
La relación de Lezama con la joven cultura revolucionaria fue compleja. Concibió la absurda idea de que la destrucción revolucionaria del Antiguo Régimen de la cultura cubana no implicaba por fuerza su propia destrucción.
Israel interrumpe los servicios del consulado español a los residentes de la Autoridad Palestina, alegando el apoyo al terrorismo y la retórica antiisraelí de los dirigentes españoles.
México se dispone a elegir este fin de semana a su primera mujer presidenta, con las candidatas Claudia Sheinbaum y Xochitl Gálvez compitiendo por romper las barreras políticas.
José Alfonso Almora (Cuba, 1962) es periodista. Sus reportajes y entrevistas han marcado hitos en el periodismo cubanoamericano. Es reconocido por sus cara a cara con Hugo Chávez y Fidel Castro. Actualmente realiza el programa de opinión “A esta hora con Almora”. Reside entre Miami y Madrid.
Las maravillosas estatuas de otros tiempos han sido desfiguradas o retiradas… El imperio iba desmoronándose de modo inexorable y la ligazón cultural se disolvía.
Fragmento del libro ‘El infinito en un junco’ de Irene Vallejo (Siruela, 2019).
Nikki Haley pondrá fin a su carrera presidencial tras el triunfo de Trump en el Supermartes, pero, de momento, no le concede su respaldo.
Argentina se prepara para unas elecciones cruciales, en las que las políticas centristas de Massa chocarán con las liberales de Milei, lo que supone una importante decisión nacional.
Biden y Xi Jinping avanzaron en el control del fentanilo y la comunicación militar, lo que supone una mejora de las relaciones entre Estados Unidos y China.
Ese ritmo lánguido que cuelga sobre el reloj colectivo de la mayoría de los pueblos cubanos, de la mayoría de los pueblos del planeta.
Nadie decide enfermarse de coronavirus, pero la decisión de a quiénes, cómo y cuándo se les ha de administrar los recursos indispensables para la subsistencia es, indudablemente, un acto ético y político de la mayor relevancia. Este acto se realiza desde criterios de selectividad y, por lo tanto, de exclusión sobre vidas que previamente han sido signadas por la violencia.
¿Será cierto aquello de que “hay cosas que nunca cambian”? Irse de Cuba, o quedarse, sigue siendo una decisión política. ¿Cambiará eso mientras yo esté viva? ¿Será antes de mis 40? ¿Lo verá mi generación? Una voz me recomienda que, entretanto, mientras se alarga la espera, siga en lo que estaba: con mi clítoris.
En estos tiempos de velocidad qué mejor que un soneto, una décima o un haiku que tratan de resumir a veces el sentido de la vida en unos cuantos versos.
Una reseña sobre este cortometraje es más bien la crónica de una imposibilidad interpretativa. Los instrumentos y habilidades críticas se rinden a la extrañeza y las sensaciones.
“Como dijo Osvaldo Sánchez, yo soy de una obstinación casi reaccionaria. En La Habana de los ochenta, cuando ocurrió la explosión de las artes visuales y todos mis colegas empezaron a hacer extraordinarias instalaciones, yo me preguntaba: ¿qué hay de malo en seguir pintando?”
“Poder ir al estudio de Miquel Barceló después de recorrer París. Trabajar codo a codo con Carlos Garaicoa y su equipo en el estudio de Madrid. Experimentar con nuevos materiales y formatos. Es imposible que todas estas experiencias no influyan de forma relevante en mi obra”.