La música de nuestro himno no tiene tambores batá, ni décimas guajiras, ni claves afrocubanas. Es una marcha europea. Blanca. Neoclásica.
La música de nuestro himno no tiene tambores batá, ni décimas guajiras, ni claves afrocubanas. Es una marcha europea. Blanca. Neoclásica.
A los federales: Para ahorrarles una investigación prolongada, declaro de manera categórica que no estaba trabajando con nadie.
El Hombre Nuevo muere de irrealidad y aburrimiento.
El ODC denuncia la indebida intervención de lenguaje, hábitos y costumbres en la nación cubana, en busca de la unificación autoritaria del espacio público.
El anhelo de construir un país demasiado idílico para los tiempos que se viven en Cuba.
“Nuestra falta de amor a la patria nos ha llevado a pactos de silencio, a no denunciar nuestra hambre, nuestra escasez de lo más básico”.
“Sueño con una Cuba donde la aspiración de los cubanos no sea irse, donde prevalezca un proyecto de nación inclusivo y pluralista”.
Una de las historias más poderosas del béisbol cubano es la de Armando Capiró.
La primera vez que mencioné a mi editora la idea de escribir un ‘thriller’ psicológico, se sorprendió. “¿Por qué de repente todos mis autores quieren escribir un thriller?”.
Esta va a ser una historia diferente: nada de chico conoce chico y chico y chico se enamoran; nada de triángulos amorosos chica-chica-chica. Nada que huela a pornografía oficial.
Algunos de estos poemas de Néstor Díaz de Villegas podrán ser leídos como afrentas a la moralidad o a las buenas costumbres. But who cares?
Marlon David, David Marlon. Tú eras dos en uno, la cafetera que explota y mancha las paredes de la casa. Pura explosión y tizne. Un tranvía llamado Marlon David.
The Miami Herald: “El acto, organizado por la Oficina de Participación Pública y anunciado como Día de Cuba en la Casa Blanca, se celebra para ‘reconocer’ las contribuciones de la comunidad cubanoamericana a Estados Unidos”.
Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, está a punto de perder el control de su refinería Citgo, con sede en Houston.
El viceministro cubano de Asuntos Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, la persona de contacto cubana en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, habla con el periodista de inmigración y política de CBS News, Camilo Montoya-Galvez.
El régimen de Daniel Ortega cierra la universidad Unacad y nueve ONG, elevando el total de disueltas a más de 3.550 desde las protestas de 2018.
La política de puertas abiertas de Nicaragua transforma la migración centroamericana. Cientos de haitianos, cubanos y africanos son enviados directamente hacia Estados Unidos.
El acuerdo permite la investidura de Pedro Sánchez, y planes para una ley de amnistía que proteja al movimiento independentista catalán.
Demasiados fusilados, demasiados encarcelados, demasiados exiliados, demasiados ahogados en el mar, demasiados muertos en la selva, demasiadas familias fracturadas, demasiado dolor, para que ahora el régimen cubano quiera aprovechar el amor por el béisbol y borrar todo lo anterior con un ‘hashtag’.
Todos los sueños húmedos de mi generación tienen a Wendy Guerra como protagonista, dirigiendo una orgía guerrillera vestida solo con una boina verde olivo hecha por Gucci, mientras cabalga sobre Julio Antonio Mella. Y contrario a lo que pueda pensarse, esto tiene que ver más con el MeToo que todas las páginas que se han escrito al respecto.
A raíz de las protestas por la muerte de George Floyd, vuelve a hacerse evidente este rasgo estereotipado del cubano en relación con la raza (a veces los cubanos se pasan de blancos) y, en este caso en específico, se pone en evidencia otro elemento esencial: la relación del cubano con el poder y la protesta.
Una entrevista con el novelista, poeta y periodista Andrei Filimonov.
Este artista echa por tierra el pastiche tropical y se aventura a desalojar referentes simbólicos que conecten con facilidad arquetipos insulares o latinoamericanos.
Muchos esperan que los artistas cubanos hagan arte político, que sepan bailar salsa y que tengan un aire caribeño alrededor de ellos. Se espera que las artes cubanas tengan un sello que diga “yo soy cubano”, casi como el cigarro o el ron. De todos estos clichés he tratado de distanciarme.
“Estoy orgulloso de mi generación: están revolucionando la historia. Tenemos mucho que perder, pero tenemos muchísimo más por ganar. Por eso el miedo a expresarse libremente es cada vez menor. El arte tiene un papel protagónico en un cambio social nunca visto en más de sesenta años”.