Como cualquier gran pintura, la de Ciro Quintana constituye una filosofía figurada de la visión cuyo enigma celebra.
Como cualquier gran pintura, la de Ciro Quintana constituye una filosofía figurada de la visión cuyo enigma celebra.
Un halo de tristeza y esperanza para aquellos que se encuentran en la Isla y quienes han buscado un futuro allende los mares.
Sólo dos detalles han impedido que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel sea un invitado de honor en el Congreso estadounidense.
Una excelente representación de una era pasada. Una mirada oblicua al presente cubano. Una advertencia para el futuro.
Me hace gozar de un modo indefinible, / Yo, que siento por él; yo, que le llamo, / ¡Yo creo en el amor, porque yo amo!
‘Hypermedia Magazine’ reproduce en exclusiva, por cortesía del autor, un fragmento de la novela ‘Martina querida’ (Ediciones Sequoia, 2025).
Martí es nuestro equipo de fútbol, una suerte de grandeza manejable, a falta de la real, la de todos los días de un país normal.
Los chismes, los inuendos, los insultos y los bretes están de más. No participemos en las campañas de desinformación y descrédito de la Seguridad del Estado.
Escucha a alguien que lo llama. Pudiera ser su madre o su perro. No lo sabe y no mira atrás.
“Pájaros de las tardes del campo o la ciudad, / no importa, repetidos están en la memoria. / Alas ansiosas atraviesan mi pecho como navajas finas. / Desvanecido el día y sus deberes, yo comienzo”.
No sabrá siquiera / De su propia Muerte / Muerte ignorada / Quizás peor que la muerte que duele / La que deja constancia y espanto de decir / “Ah, miren, estoy muriendo” / El tiempo es horror / El infinito.
Ambos, el comandante y el cineasta en jefe, se agarran a las asas atroces de la campana para no dejar pasar sus quince quinquenios de fama en nuestra infamia nacional.
El viceministro cubano de Asuntos Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, la persona de contacto cubana en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, habla con el periodista de inmigración y política de CBS News, Camilo Montoya-Galvez.
Dicen que hay tipos matando perros. Y viejitos que se desmayan bajo el sol.
La frontera entre Estados Unidos y México refleja los cambios económicos y el impacto en la comunidad de la intensificación de las medidas de seguridad.
El conflicto entre Irán e Israel, impulsado por tensiones religiosas y geopolíticas profundamente arraigadas, da forma a su duradera y compleja rivalidad.
El ex embajador de Estados Unidos se declara inocente de actuar como agente cubano, tras acusaciones de operar bajo control extranjero y uso de pasaportes falsos.
Las tropas israelíes siguen avanzando en Gaza en medio de la intensificación del conflicto con Hamás. Mientras el orden civil disminuye y los hospitales se enfrentan a problemas de evacuación.
Con 8000 palestinos reportados muertos, Gaza enfrenta desesperación humanitaria, con residentes saqueando almacenes de la ONU.
Mirar más allá de la historia y del dolor del presente: ¿cómo vamos a salvar una Isla de las llamas si actuamos como una llama más?
La muestra Documentos extraviados, de la artista peruana Sonia Cunliffe, es síntoma del escozor que han padecido no pocos en Cuba por causa del merecido salto a la fama de la teleserie Chernobyl.
La muerte tiene esa expresión de éxtasis religioso de un ser humano a punto de mamársela a otro. La espiritualidad como forma de erotismo. Lo que está muy bien en relación con esta novela de Reinaldo Arenas, El color del verano. Pura vitalidad, vida desatada.
Iván de la Nuez: «La crítica es el sector más precario del sistema del arte. Y ya puestos a hablar del estómago, la más desnutrida».
Con esta ‘playlist’ saldamos una deuda con lo que a muchos les gusta llamar el ‘popopopo’. Como no podía ser de otra manera Chocolate Mc, con su exitosa “Bajanda”, es el número uno.
Nuestros dirigentes tienen mucho que aprender. Algunos están a tiempo. Solo hay que poner las manos atrás, como cuando se entra a un museo. Escuchar y quitarse la careta. Sincerarse y decir: “Sí, sé que en este momento la policía está dando golpes, pero yo no puedo hacer nada, porque tengo miedo, porque también tengo una hija”.
Alpidio Alonso no es un poeta. Y los cuentos de Fernando Rojas nos los sabemos todos. Ya todo es a la cara. Hay muchos represores que no muestran el rostro. Pero estos policías del Ministerio de Cultura no van a tener dónde meterse. Pueden cortar el internet, quitar los teléfonos, golpear… Pero la verdad siempre saldrá. Ahora o mañana. El tiempo de los violentos se venció. Paz, pero no olvidaremos.