Los derechos culturales y socioeconómicos parten de un principio de obligación estatal del que se desentiende la institucionalidad en Cuba.

Los derechos culturales y socioeconómicos parten de un principio de obligación estatal del que se desentiende la institucionalidad en Cuba.
William McCorkle, quien ha trabajado en la frontera, revela las diferencias entre las políticas hacia la inmigración y la dura realidad a la que se enfrentan los inmigrantes.
Eater Atlanta: “Desde sándwiches cubanos prensados hasta cenas de varios platos, la comida cubana abunda en la ciudad”.
El Banco de semen Hombre Nuevo se construyó en el sótano del monumento a José Martí en la Plaza de la Revolución.
Claudia González Marrero ha publicado ‘Literatura, política y sociedad: Cuatro representaciones de imaginarios en la Revolución cubana’ (2021) y ‘Cultura, comida y poder: Doce diálogos con artistas e intelectuales cubanos’ (2024).
Duannis se encuentra de nuevo en una celda de castigo, golpeado e incomunicado, por gritar “¡Patria y Vida!”, y “¡Libertad para todos los presos políticos!”.
No existe otra parte del cuerpo que pueda causar tantos sentimientos encontrados.
Orlando Rojas tuvo la grandeza de no detenerse en la peripecia social y cultural del castrismo esterilizador. Su película llega a la intensidad de la poesía y la aniquilación humana.
Para que alguna voz de mujer exclame desde lo más profundo de su impotencia y su necesidad: “pongan la corriente, repinga”.
¿Qué crees que podamos hacer desde la sociedad civil para demandar a las instituciones internacionales el derecho a investigar qué sucedió realmente dentro del museo Fidel Castro?
La actividad creativa y vital de Reinaldo Arenas en New York solo es comparable en la historia cubana con la de otro exiliado: José Martí, durante los quince años que residió en la ciudad insomne.
Andrés Reynaldo: La elección de ‘El Manisero’, compuesta en los años 30 por Moisés Simons, es una muestra del ritual como provocación.
Me cuestiono constantemente la dependencia que tiene mi trabajo con Cuba, ese hándicap.
Queda entonces la Revolución, pero no como un movimiento reaccionario de retorno a una identidad perdida en África, sino como inmersión en los Orígenes.
La activista Calla Walsh, detenida por protestar violentamente ante Elbit Systems en NH, se enfrenta a cargos de disturbios y sabotaje.
Azatbek Omurbekov, conocido como “El carnicero de Bucha”, y el cabo de la Guardia Daniil Frolkin han sido sancionados por su implicación en las ejecuciones extrajudiciales de civiles.
La caravana migrante se reagrupa en México, acusando al gobierno de incumplir promesas sobre documentos de tránsito.
Un juez de Colorado ha ordenado a Cuba que pague 2590 millones de dólares a los hijos de un empresario, que se suicidó por presiones del Che Guevara, en 1959.
Un análisis del proceso de reclutamiento revela una inquietante cadena de acontecimientos.
El proceso legal que “encontró” culpables a esos 128 ciudadanos fue una mascarada; ya habían sido juzgados y condenados públicamente por el presidente de Cuba.
Saupier ha mostrado el horror sin enjuiciarlo. Ha quitado la grasa para dejar el problema a los espectadores.
Tomas Esson: The GOAT es el título de la exposición abierta ahora en el Institute of Comtemporary Art (ICA), en Miami. La muestra, que como planta trepadora se propaga ocupando tres salas contiguas de la planta baja del recinto, es la primera revisión personal de la obra de Tomás Esson en un museo.
“Regresé a vivir y trabajar en Cuba en 2013, gracias al clima de cambios que prevaleció en esa época. Pero, principalmente, porque es el país donde nací y debo usar mi derecho de regresar libremente”.