WSJ: “El casi atentado en el mitin de Pensilvania es milagroso y podría ser un momento político redentor”.

WSJ: “El casi atentado en el mitin de Pensilvania es milagroso y podría ser un momento político redentor”.
La alianza militar, de facto, entre Rusia y China ya representa un cambio significativo en la dinámica del poder mundial.
En esta novela el espacio envuelve la historia y todo ocurre en ese espacio.
“Un espectador del mitin murió y dos resultaron heridos de gravedad en un ataque calificado de “enfermo” por el presidente Joe Biden. El autor de los disparos ha muerto”.
CJR: “‘Ahora tendremos que ir a buscarte personalmente, y sabemos exactamente dónde encontrarte’. El mensaje iba acompañado de una foto y un vídeo”.
“No pierdo la calma. Encontraré una de las nueve puertas. Luego, la estación. Luego, cuando llegue a Orte, el próximo tren. Y cuando ya esté en Assisi, la basílica”.
Reuters: “El expresidente ruso Dmitri Medvédev dijo que Rusia debería trabajar por la ‘desaparición’ tanto de Ucrania como de la alianza militar”.
“Me siento en un parque. Soy como el personaje de la película de Wim Wenders, el japonés limpiador de baños”.
“Aferrados a la vida, los paisajes citadinos de Izuky Pérez Hernández revelan un silencio aparente que no la representa a ella, ni a sus moradores.
Abrió la puerta, borracha, desnuda: “Estoy haciendo ‘body-art’, tengo una vulva de colores y esta noche me voy a suicidar”, dijo.
“Era rechazo. Tiene que ver con esas máscaras que nos ponemos. No decimos las cosas como son. Hay palabras que tenemos dentro y que no tenemos el valor de decir”.
Al borde de lo aceptable: óvulo borrascoso y desmenuzado, proteínas y orgasmo; y uno ahí, tan vampírico, tan satisfecho y campante, tan orgullosamente ‘manchado’.
El fin de una época de anuencia bipartidista y el inicio de un período de lucha de las élites de la antigua política para mantener su poder hegemónico.
El presidente Biden reafirmó el apoyo inquebrantable de Estados y advirtió a las potencias regionales contra una escalada de las tensiones.
Me llevo el casco a la cara y escucho las sirenas de los patrulleros que se acercan. Vienen raudos a arrestarme, furiosos. Enciendo sin prisa un cigarro y sonrío. Miro a través de la ventana mi ciudad, mi mundo tan distinto de ese otro que aún reclama en la consola mi atención. Un mundo hecho de píxeles, variables y funciones matemáticas.
Siempre me llamó la atención un autorretrato poco conocido de Ángel Acosta León. El joven artista agarró un trozo de ventana, porque no tenía ni para comprar lienzo, y se dibujó en ella. Aparece medio de espaldas, con el rostro ladeado, exactamente en el mismo ángulo del famoso autorretrato de Van Gogh, con quien quizás simpatizaba.