María C. Werlau (Cuba, 1959). Fundadora de Archivo Cuba. Escritora e investigadora. El trabajo de Archivo Cuba ha logrado documentar más de ocho mil víctimas directas del régimen cubano. Vive exiliada en Miami.

María C. Werlau (Cuba, 1959). Fundadora de Archivo Cuba. Escritora e investigadora. El trabajo de Archivo Cuba ha logrado documentar más de ocho mil víctimas directas del régimen cubano. Vive exiliada en Miami.
El arte emergente en Cuba atraviesa un sendero de decadencia, una senda oscura y tortuosa donde la llama de la creatividad parece extinguirse gradualmente.
Las atrocidades confirmadas de Hamás, el 7 de octubre, chocan con las falsas afirmaciones, lo que desata el debate en medio de la tragedia de 1200 muertos, incluidos niños, y 240 secuestrados.
No lanzó la primera piedra, sino que quiso lanzar varias piedras al mismo tiempo y con más de dos manos.
“Hay un horror arcaico en esta sed de sangre que ya no creía posible en estos tiempos. Esta masacre tiene el patrón de la aniquilación mediante pogromos, un patrón que los judíos conocen desde hace siglos”.
“Te voy a decir algo. Prepárate, ponte fuerte. Lo estábamos esperando: se murió tu papá, Orestico”.
“¿Eres menos hombre si no eres padre? Esa pregunta me ha acosado durante décadas. Pero he aprendido a amar mi vida sin hijos”.
“No había ningún motivo para charlar con Leonardo Padura y los había todos. No tenía ningún libro que promocionar, y por eso hablamos a pierna suelta de casi todo”.
Un testimonio de la política cultural española al final del periodo socialista.
“El Ministerio de Cultura le invita a uno, por primera vez en veinte años, a un viaje al extranjero, a Cuba en este caso. El escalafón se mueve. Esto es el éxito”.
“Un bodrio jacobino”, eso es lo que representa poner a la patria en una encrucijada entre la vida y la muerte, entre lo que nace y aquello que será decapitado sin derecho a la palabra. Añadiré solo una imagen al concepto: guillotina, tijera a la francesa puesta al servicio de la comuna; himno estrepitoso, altisonante, delirante, bizarro, soso…
Tenemos necesidad de plantearnos el problema de una cultura nacional porque no somos aún un pueblo culto.
“A veces los bailarines se exigen demostrar que son buenos. Esa etapa para mí ya pasó. He estado en grandes compañías. He bailado obras de grandes coreógrafos”.
A casi ningún cubano le interesa hoy el destino del ser cubano, ni las preguntas de la gran cultura criolla o republicana. Eso es tierra arrasada.
La práctica de dar nombre a los huracanes es una combinación de ciencia, historia y tradición. Pero, ¿cómo se originó y qué factores determinan su forma actual?
Ernesto Leal: una obra densa, una rareza, una lucidez dolorosa, una ironía feroz, una constancia pasmosa, un rigor absoluto, una inteligencia aguda, una cultura amplia, una espiritualidad intensa, una especie de camino de perfección individual que le otorga a su taller, un aura enigmática.