Ariel Pérez Lazo (La Habana, Cuba, 1977) es ensayista, investigador y profesor universitario. Vive exiliado en Miami desde 2010.

Ariel Pérez Lazo (La Habana, Cuba, 1977) es ensayista, investigador y profesor universitario. Vive exiliado en Miami desde 2010.
¿A quién se le ocurre asistir a un evento, donde te prometen salir empapado, con vestidos de noche y en el constante temor de que tu móvil coja catarro?
Por una nueva arquitectura cubana: desaparecer las imágenes de Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos de la Plaza de la Revolución.
Aumentan las tensiones en Washington sobre la futura ayuda de EE.UU. a Ucrania.
¿A alguien le resulta familiar la situación? Cualquier semejanza con la realidad cubana no es pura coincidencia.
El efecto más visible se observa en el mercado europeo, donde se está destruyendo artificialmente la demanda de gas natural, asegura Gazprom.
Los rebeldes hutíes, que controlan gran parte de Yemen, advirtieron que atacarán a todos los barcos que naveguen por el mar Rojo, lo que ha disparado las alertas económicas mundiales.
Trump criticó las políticas de inmigración del presidente Biden, acusando a su administración de dejar que los inmigrantes “entren a raudales en nuestro país”.
Un temporal: temperatura, balón, ecosistema, niebla, neblina, pellejos, broncas, pingas, asesinatos, pesca de clarias y plástico. Para robar un tanque de agua o de basura no hay que saberse ninguna cita de Nietzsche, bebé, ni de ningún pensador influyente en la cosmovisión de un dictador. Lo único necesario es haber nacido en este país.
Trump, ideológicamente, es una propuesta menos dañina. Cubadebate publicó hace poco un artículo que clasifica dos vías de subversión: “la estrategia Trump” y “la estrategia Obama”; la segunda es considerada la más peligrosa. En algo lleva razón: cuando las faltas ajenas son menores, las nuestras resaltan.
“El deseo urgente de evadir la realidad nacional y el servicio militar obligatorio, me llevaron a estudiar arte. Haber sido alumno de Antonia Eiriz, luego mi amistad con Servando Cabrera Moreno, Raúl Martínez y Umberto Peña, junto con la convivencia y el apoyo de mi madre, Thelvia Marín, fueron elementos decisivos en mi formación”.
“Si un artista ha propuesto un nuevo consenso sobre la política, sobre oponerse políticamente en Cuba, todo el que venga detrás está por fuerza dentro de ese consenso. Y mucha gente va a tratar de verlo desde esa mirada del arte, lo cual incluye múltiples entendimientos, desde la referencia hasta lo estético, pero a todos los tomarán en cuenta como arte”.