La Zona Especial de Desarrollo del Puerto de Mariel (ZEDM), en Cuba, ha logrado atraer inversiones por más de 3,3 millones de dólares en los últimos diez años, a pesar del embargo de Estados Unidos. Las cifras, presentadas por la directora general de la zona, lo ponen de manifiesto.
Ana Teresa Igarza, durante una conferencia de prensa, ofreció una actualización de las operaciones empresariales en la ZEDM. “En la actualidad, hay 64 empresas aquí, 44 de las cuales están en funcionamiento”, dijo Igarza. Sin embargo, hizo hincapié en los retos planteados por las sanciones económicas de EE.UU., que han disuadido a numerosas empresas extranjeras de explorar oportunidades de inversión en la nación insular.
La ZEDM, una zona económica especial inaugurada en 2014, está estratégicamente situada a unos 45 km al oeste de La Habana, la capital del país. Se ha convertido en un centro internacional de negocios, que actualmente acoge a empresas de 21 países diferentes. La mayoría proceden de España, Vietnam, Alemania, Francia, Países Bajos, Rusia y Brasil.
Sin embargo, el actual embargo estadounidense ha planteado problemas logísticos, especialmente en lo que respecta a las operaciones del puerto. Martín José Spini, director general de la terminal de contenedores de la ZEDM, explicó las restricciones impuestas a los buques debido al embargo. “El embargo de EE.UU. prohíbe a cualquier buque que comercie en un puerto cubano entrar posteriormente en un puerto de EE.UU. durante 180 días”, explicó Spini. Estas restricciones tienen inevitablemente un efecto dominó en la logística mundial del transporte marítimo.
El embargo estadounidense a Cuba se remonta a principios de la década de 1960, cuando se impuso por primera vez en 1962. Aunque los retos económicos que plantea el embargo son innegables, la recaudación, usemos el caso, de 3,3 millones de dólares en inversiones en el Mariel, ponen en tela de juicio su eficacia.
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