“El opio es el mejor desayuno para no sentir el impulso de llorar por la luz que no ha llegado”.

“El opio es el mejor desayuno para no sentir el impulso de llorar por la luz que no ha llegado”.
“Me sentí como si estuviera hablando con León Trotsky en los años previos a la Revolución rusa”.
La victoria de Donald Trump ha dejado consternado a muchos que, desde distintas zonas del espectro político, lo denunciamos como un agitador con irreprimible vocación autoritaria.
Oscar Grandío Moráguez es historiador y politólogo. Autor, entre otros, del libro, ‘Mejor no me callo. Notas ante una transición en Cuba’ (Hypermedia, 2024).
“Puede que no nos dirijamos hacia un colapso general, sino hacia una época tan horriblemente estable como los imperios esclavistas de la antigüedad”.
No estoy incitando al pueblo hastiado de tanta miseria a armarse. Aunque, pensándolo bien, ¿y si cada cubano se construyera una…?
La locura es un territorio al que han sido desterrados millones de seres divergentes del constructo cultural conocido como “normalidad”.
Ya mi país-hogar, tal como lo recordaba, se esfumó. También emigré, aunque mi cuerpo permanezca.
La noche del regreso, cuando se acuestan con sus mujeres, / piensan que han adquirido músculos sobrenaturales / y actúan como negros sencillamente abyectos.
Las ovejas, sin embargo, la tienen como fascinada. Le transmiten cierta fe en el futuro local y nacional. Esos balidos desvalidos le resultan una suerte de música sideral.
‘Hotel Singapur’ resalta lo que ‘La falacia’ y ‘El último día del estornino’ parecían dejar bastante claro: de los escritores cubanos nacidos después de 1959, Gerardo Fernández Fe es ya uno de los imprescindibles. Abilio Estévez.
Fragmento de la novela ‘Training Days / Días de entrenamiento’, reproducido en exclusiva por ‘Hypermedia Magazine’ con la autorización de su autor.
Los derechos culturales incluyen el derecho de toda persona a participar y disfrutar de la vida científica y cultural, así como el de los creadores e investigadores a la protección de la propiedad intelectual sobre su obra.
El decreto amplía esta oportunidad no sólo a los militares, sino también a sus familiares directos, incluidos cónyuges, hijos y padres, ofreciéndoles una vía rápida hacia la ciudadanía.
Los asesinatos selectivos en Líbano e Irak y el recrudecimiento de los conflictos entre Israel y Siria indican un peligroso escenario hacia una posible guerra a gran escala.
Desvelan sistema de reclutamiento de estudiantes extranjeros, empleando propaganda, coacción y entrenamiento en Moscú.
En medio de la intensificación de los ataques aéreos contra Gaza, Israel libera a dos rehenes estadounidenses retenidos por Hamás, lo que aumenta las tensiones.
¿Son los lingotes de oro encontrados en la casa y el Mercedes Benz descapotable de 60 000 dólares motivos suficientes para acusarlo?
“La Patria es agonía y deber”, sentencia Martí. Pero un poco de buen gusto, respeto por los cánones del arte, y una dosis de estética, no vendrían mal mientras agonizamos.
A propósito del artículo «Hipernormalización política e hiperanomalía cultural», de Iván de la Nuez.
Mi padre era un gordo.
Un gordo muy gordo muy gordo, tal y como relaté una vez en Clausewitz y yo. Texto en el que fui trazando el espacio donde ambos, en línea recta y casi siempre sin mirarnos, nos movíamos.
Este texto forma parte del libro El compañero que me atiende (Hypermedia, 2017).
“Utilizamos nuestro cuerpo para expresarnos pero también lo usamos para ocultar pensamientos, deseos, fantasías”.
“La crítica siempre ha sido un espacio de gran tensión para mí. Ese intercambio de ideas, esos diálogos o confrontaciones, me generan un extraño sentimiento de impotencia; me exigen explicar con palabras algo que debe ser entendido desde la propia imagen”.
Mi prima me dijo: “Ya lo que quiero es que acaben de decir que esto es capitalismo, pero que nos dejen hacer a todo el mundo. Que se dejen de descaro”. Aquello me dio gracia. Capitalismo. Socialismo. Palabras tan lejanas. ¿Cómo hay gente que todavía cree en esto? ¿Cómo hay gente con fuerza para teorizar sobre esta morronguita?