“La pintura de Tomás Sánchez fabrica un mundo a partir de sí mismo y no a partir de una imagen del mundo, a partir de un espacio que es el de su propia percepción del espacio”.

“La pintura de Tomás Sánchez fabrica un mundo a partir de sí mismo y no a partir de una imagen del mundo, a partir de un espacio que es el de su propia percepción del espacio”.
“He visto cosas bastante osadas en París, pero en La Habana es espantoso. París es una escuela dominical comparada con la capital cubana”.
Dos hermanitos sexagenarios entonces, rodeados de aquella infancia insular. Los dos fallecidos en el siglo XXI, tan pronto como dejamos de mirar la foto. Hoy.
La Seguridad del Estado china acusa a Taiwán de interferencia electoral tras la victoria de William Lai Ching-te, y da por hecho la reunificación.
Ataques israelíes en Cisjordania, cerca de los campos de Tulkarem y Balata, causan la muerte de siete personas, entre ellas un militante palestino.
“Tanto el comportamiento de los comisarios salientes como el de las nuevas encargadas, ha sido consistente con prácticas de censura y menoscabo de los derechos culturales”.
Nicaragua facilitó la entrada de más de 100 000 emigrantes en Estados Unidos, usando vuelos chárteres. Una operación multimillonaria ideada por el régimen de Daniel Ortega.
Aunque en la superficie todo parezca seguir su curso, y los periódicos barajen cada semana las fluctuantes prioridades de la “actualidad”, el mundo, tal y como lo conocíamos antes del 24 de febrero de 2022, ha dejado de existir.
Yo tengo un sueño de que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo: ‘‘Creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales”.
La mano de patadas por el culo que nos van a dar a Lynn Cruz, a Carlos Lechuga, a Miguel Coyula, a Claudia Calviño o a mí, cuando no le sirvamos al sistema, va a ser con la misma fuerza y con la misma bota. No se trata del Decreto 373. Se trata del 349, del 370, de Palabras a los intelectuales. La cuchilla, cuando baja, baja parejo.
El miedo es una constante en todas las artes, pero en cuestiones de taxonomías fílmicas pop, es comúnmente reducido al susto, al horror y al terror. El espectro de esta omnipresente fuerza, suprasocial y suprahumana, se limita al temor a lo desconocido, a lo anormal o distinto, a lo agresivo. Esta lista va más allá.
El gesto de Jorge Pantoja remeda, punto por punto, a ese que Carpentier propuso a los lectores habaneros casi un siglo atrás, cuando la ciudad comenzaba a ser aquello que ahora ha dejado de ser. Pantoja sale a ver su ciudad con otros ojos, buscando hacerle decir a lo cotidiano y ordinario, a lo que estuvo allí desde siempre, otra cosa, algo nuevo.
“En una sociedad como la actual, donde cada vez hay más tendencia a pensar las cosas de manera maniquea, en blanco y negro, el arte juega un papel importante porque es un refugio donde puedes convivir con un mundo lleno de matices, y cambiar esa percepción radical de las cosas”.