Cuba registra más de seiscientos casos de represión de libertad religiosa 

Solidaridad Cristiana Mundial (CSW), un organismo de vigilancia de la libertad religiosa, ha revelado en su informe anual estadísticas que destacan una escalada significativa en las violaciones contra la libertad de religión o creencia en Cuba. El informe de 2023 documenta la cifra de 622 violaciones, lo que ilustra una tendencia preocupante que ha duplicado con creces las cifras de 2021. Los resultados revelan que un amplio espectro de comunidades religiosas, incluidos los Testigos de Jehová, grupos judíos, protestantes y católicos, han sido víctimas de estas infracciones. En particular, los grupos religiosos no registrados son los que más sufren el acoso, las amenazas y la discriminación de los funcionarios del gobierno cubano.

Anna Lee Stangl, codirectora de Incidencia Política de CSW, expresó su preocupación por la intensificación de las políticas del gobierno cubano para reforzar el control sobre la población, con los grupos religiosos sufriendo las duras consecuencias de estas acciones. 

Stangl destacó que el número de incidentes no había variado con respecto al año anterior, pero observó un aumento de la severidad de las tácticas empleadas contra los fieles religiosos. El informe arroja luz sobre las terribles situaciones a las que se enfrentan adultos y niños relacionados con estos grupos religiosos, incluyendo despidos, descensos de categoría y una serie de abusos en entornos educativos, especialmente para aquellos que se resisten a participar en actividades progubernamentales contrarias a su fe.

Las acciones del gobierno cubano se extienden más allá de los grupos religiosos para abarcar a los presos políticos y sus familias, junto con los líderes religiosos que les ofrecen apoyo. Se coacciona a los líderes religiosos para que excluyan de sus congregaciones a los familiares de los presos políticos. Además, a los presos políticos se les prohíbe acceder a literatura religiosa y recibir visitas pastorales, en violación directa de las normas internacionales, incluidas las Reglas Nelson Mandela. Stangl expresó especial preocupación por el bienestar de los presos políticos cristianos, a los que se priva de visitas religiosas, literatura y la oportunidad de participar en cualquier forma de servicios religiosos mientras están encarcelados.

Entre los detenidos señalados hay varias figuras religiosas, como el pastor protestante Lorenzo Rosales Fajardo y las líderes religiosas afrocubanas Loreto Hernández García y Donaida Pérez Paseiro, lo que pone de relieve la amplitud de la represión. En su declaración pública, Stangl condenó las acciones del gobierno cubano, estableciendo paralelismos con las tácticas represivas observadas en países como China y Rusia. 

Asimismo, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que alce su voz contra estas violaciones y apoye los esfuerzos de las organizaciones independientes de la sociedad civil en Cuba encaminados a salvaguardar la libertad de religión o de creencias. La escalada de la represión en Cuba no sólo supone una amenaza para la libertad religiosa, sino que también señala una preocupante tendencia hacia el control autoritario de la vida espiritual y personal de sus ciudadanos, lo que plantea una necesidad imperiosa de defensa y amparo por parte de los organismos, gobiernos e instituciones internacionales.

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