Cuba, aliada de Venezuela desde hace mucho tiempo, se ha alineado silenciosamente con Guyana en la disputa territorial por la región del Esequibo, rica en petróleo y escasamente poblada. Este hecho ha generado un intenso debate entre los analistas políticos y ha sacudido la dinámica tradicional de las relaciones internacionales en la región.
Durante más de dos décadas, Cuba ha sido un apoyo crucial del gobierno venezolano. Sin embargo, su reciente silencio y falta de apoyo a Venezuela en el conflicto con Guyana ha llamado la atención de los observadores internacionales. Este cambio de postura parece tener sus raíces en la época del difunto dictador cubano Fidel Castro, que había mostrado su apoyo a Guyana desde mediados de la década de 1970.
Durante una visita del primer ministro guyanés, Forbes Burnham, a Cuba en abril de 1975, Fidel Castro expresó su solidaridad con Guyana, subrayando la importancia de los lazos amistosos entre ambos países. En 1981, Cuba y Guyana firmaron incluso un pacto conjunto, consolidando el apoyo cubano a Guyana en su disputa territorial con Venezuela.
A pesar de los fuertes lazos históricos y políticos entre Cuba y Venezuela, que se intensificaron desde la llegada al poder de Hugo Chávez, en 1999, y continuaron con Nicolás Maduro, Cuba no ha defendido a Venezuela en su reciente escalada de tensiones con Guyana por el Esequibo. Este cambio de actitud ha desconcertado a muchos, teniendo en cuenta la estrecha cooperación bilateral en diversos sectores como la energía, la política internacional y la sanidad.
Los analistas sugieren que la postura de Cuba podría tener bases históricas, ideológicas y económicas. Guyana, desde su independencia del Reino Unido, en 1966, ha mostrado afinidad política con Cuba, gesto que significó una demostración de independencia en la región. Además, durante la guerra de Angola, el presidente guyanés Forbes Burnham ofreció apoyo logístico a los soldados y combatientes cubanos.
Por otro lado, la actual situación política y económica de Cuba podría estar influyendo en su postura. Con importantes problemas internos, el gobierno de Miguel Díaz-Canel parece haber adoptado una postura de “silencio cómplice” en este conflicto contemporáneo.
El silencio de Cuba en este asunto se ve acentuado por el apoyo de otros actores internacionales a Guyana, como la Commonwealth, Estados Unidos y el soporte militar del Reino Unido. Además, la Comunidad del Caribe (CARICOM), con sede en Georgetown, ha respaldado a Guyana, que es miembro de pleno derecho de la organización.
Expertos como Félix Gerardo Arellano creen que Cuba, al igual que China, otro importante aliado de Venezuela, está adoptando una postura cautelosa en esta disputa. Esto plantea interrogantes sobre el futuro de la relación entre Caracas y La Habana, sobre todo teniendo en cuenta el apoyo histórico de Venezuela a Cuba a través del petróleo y otras ayudas.
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“Por ahora, solamente le puedo confirmar que necesitamos todos los dólares que podamos conseguir”, dijo el coronel Antonio de la Guardia.
