El viaje de Santiago Ford: De inmigrante cubano a héroe chileno

El viaje de Santiago Ford, de joven atleta cubano a héroe nacional chileno, alcanzó su punto culminante cuando ganó la medalla de oro en decatlón en los Juegos Panamericanos, celebrados en el Estadio Nacional de Santiago. 

La vuelta de la victoria de Ford, sin embargo, no fue como cualquier otra. A medida que se acercaba a la recta final de la carrera de 1500 metros, aminoró la marcha, recordando su agotador viaje a través de los países en busca de una vida mejor. Hace cuatro años, Ford salió de Cuba y recorrió 6000 kilómetros en avión, barco y a pie hasta llegar a Chile. Se enfrentó a condiciones angustiosas, recordando momentos de “hambre y sed” en el desierto de Atacama. 

“Cuando llegué a la meta y aminoré la marcha, fue como si estuviera de nuevo en el desierto a las 5 de la mañana, parado, sin saber qué hacer”, relataba un emocionado Ford tras su victoria. “Estos últimos metros fueron un reflejo de esos momentos desesperados, pero mi corazón y mi mente siempre supieron que quería estar aquí en este momento”.

El viaje comenzó tras una visita de entrenadores chilenos a Cuba, donde Ford se había quedado a las puertas del podio en los campeonatos del mundo júnior. A pesar de su potencial, sentía que sus logros no serían reconocidos en su país de origen. Esto le empujó a embarcarse en el peligroso viaje a Chile.

Los primeros días de Ford en Chile fueron una prueba de su determinación. Mientras trabajaba como portero de discoteca, siguió entrenándose, aunque con resultados dispares. “Los inmigrantes se enfrentan a muchos retos; conseguir tus objetivos requiere un esfuerzo inmenso”, reflexiona. Su suerte cambió cuando conoció a Matías Barrera, un entrenador que no sólo le ofreció entrenamiento, sino también un lugar donde quedarse. A finales del año pasado, Ford, junto con otros dos atletas, obtuvo la nacionalidad chilena, lo que le permitió competir en los Juegos Panamericanos.




El flamante decatleta chileno no defraudó a sus seguidores. “Hoy, con 7000 aficionados coreando mi nombre, sentí que me temblaban las piernas durante la prueba de disco. Pero alcanzamos la marca, y ahora lo celebramos juntos”, señaló.

Ahora, a sus 26 años, Ford contempla su increíble trayectoria. El miércoles escribió en Instagram: “Después de enfrentarme a innumerables obstáculos para estar aquí y desafiarme a mí mismo en medio de seis años de incertidumbre… Creo que esto es sólo el INICIO de algo más grande que Dios tiene reservado”.

La historia de Ford se erige como un faro de perseverancia y esperanza, celebrando no sólo su destreza atlética, sino también la resistencia del espíritu humano.









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