En un emocionante enfrentamiento que tuvo lugar en el estadio olímpico de Sídney ante 75 784 espectadores, España se alzó con la victoria ante Inglaterra (1-0), logrando así su primer título mundial en fútbol femenino. Olga Carmona, con un fogonazo que alcanzó los 97 km/h, fue la heroína del partido, asegurando el único gol que llevó a la selección española a la cima del mundo.
A lo largo del torneo, la entrenadora Vilda demostró su maestría táctica al presentar siete alineaciones diferentes en siete partidos. La formación titular de España para este enfrentamiento decisivo incluyó a Cata, Batlle, Paredes, Codina, Olga, Tere, Bonmatí, Jenni, Alba, Mariona y Salma. Por el lado inglés, la estratega Wiegman sorprendió al dejar en el banquillo a la talentosa James, optando en cambio por Toone.
El partido, desde sus inicios, se presentó como un complejo juego táctico. Inglaterra buscó sorprender con una presión alta, mientras que España optó por un estilo más vertical y dinámico. Ambos equipos tuvieron oportunidades de gol, pero el balón sólo encontró la red una vez, gracias al impactante disparo de Olga Carmona.
La segunda mitad del juego estuvo marcada por la intensidad y la emoción. A pesar de los esfuerzos de Inglaterra y de un penalti fallido por parte de Jenni para España, el marcador no se alteró. Una situación que se complicó aún más con la lesión de Codina.
El enfrentamiento, que se extendió por 13 minutos adicionales, mantuvo a los aficionados en vilo hasta el final. Pero finalmente, el sueño español se materializó cuando el árbitro sopló su silbato por última vez, desatando una euforia indescriptible entre las jugadoras y aficionados.
Con este triunfo, España bordará la primera estrella en su escudo, dejando una huella imborrable en la historia del fútbol femenino. Las lágrimas de felicidad y la euforia vivida serán recordadas por generaciones, marcando un hito en el deporte rey.
Cuba cada vez más lejos de Occidente
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, participará en la Cumbre del BRICS en Sudáfrica y viajará a Angola, Mozambique y Namibia, marcando una clara alineación con el bloque antioccidental capitaneado por China y Rusia.
