El expresidente Donald Trump celebró el miércoles un mitin en Hialeah (Florida). Este acto coincidió con el debate de sus adversarios republicanos en el cercano condado de Miami-Dade, una clara señal de la importancia del electorado hispano tanto para Trump como para su competencia.
Steven Cheung, portavoz de la campaña de Trump, destacó que el mitin se centró en recabar el apoyo de los votantes hispanos de Florida, un grupo demográfico que ha mostrado una creciente afinidad por Trump, como demuestra el aumento de votos hispanos que consiguió en la campaña de 2020.
El lugar del mitin no fue una mera coincidencia. Hialeah es un bastión de votantes cubanoamericanos, un grupo entre los que las políticas y los mensajes de Trump han resonado con fuerza. En las elecciones de 2020, Trump hizo notables incursiones en Miami-Dade, el condado más poblado de Florida con 1,5 millones de votantes latinos, estrechando significativamente el margen frente a Joe Biden en comparación con su actuación de 2016 frente a Hillary Clinton.
El Partido Republicano de Florida, dirigido por el presidente Christian Ziegler, es consciente de esta tendencia. Ziegler subrayó la importancia del voto hispano, atribuyendo las recientes victorias del GOP al creciente atractivo del partido dentro de esta comunidad. Esta afirmación se ve respaldada por el asombroso 65% del voto hispano que obtuvo el gobernador Ron DeSantis en su reelección de 2022, lo que indica un posible realineamiento político.
El alcalde Esteban Bovo de Hialeah, donde el 96% de la población es hispana, está tan seguro del apoyo local de Trump que propuso renombrar una calle con su nombre. Aunque expresó su admiración por DeSantis, Bovo respalda firmemente a Trump, sugiriendo un enfoque de “espera tu turno” para el gobernador de Florida.
En medio de las especulaciones sobre su posible compañero de fórmula, Trump mencionó en un programa de radio que podría considerar al ex presentador de Fox News, Tucker Carlson, para el puesto de vicepresidente. Este comentario se produce a pesar de la reciente salida de Carlson de Fox tras un costoso acuerdo por una demanda por difamación vinculada a las elecciones de 2020.
El acercamiento a los votantes hispanos forma parte de una estrategia más amplia de Trump para diversificar su base de votantes, tradicionalmente arraigada en la demografía blanca y rural. Sus esfuerzos parecen estar dando resultado, con encuestas que indican un nivel de apoyo de los votantes negros que ningún republicano ha visto en los tiempos modernos.
En contraste con los avances republicanos, el Partido Demócrata ha estado lidiando con la disminución de su ventaja entre los votantes latinos. Las elecciones de 2020 hicieron saltar las alarmas cuando Trump se hizo con el 32% de este grupo demográfico, una cifra no igualada por un candidato republicano desde George W. Bush.
Para contrarrestar la tendencia, los demócratas están intensificando su alcance, particularmente en los estados indecisos, con un enfoque en los votantes hispanos, negros y jóvenes. La campaña de Biden ha empezado a dedicar recursos a la publicidad en español, aunque Florida plantea un reto formidable, ya que se inclina cada vez más hacia los republicanos.
El camino de Trump hacia la nominación se complica por una serie de juicios penales y civiles, algunos relacionados con sus acusaciones de fraude electoral en las elecciones de 2020, acusaciones que se han demostrado falsas. Sin embargo, paradójicamente, sus problemas legales parecen reforzar su atractivo entre algunos votantes hispanos que resuenan con la noción de persecución política, comparando la situación de Trump con regímenes represivos con los que están familiarizados.
Dado que ambos bandos políticos reconocen el papel decisivo de los votantes hispanos en las próximas elecciones, Florida sigue siendo un campo de batalla crucial en el que los candidatos se disputan el favor de este electorado crucial.
