Causa sin futuro

El estereotipo: yo mismo, dicen que soy español porque mi madre me parió mientras en libretas con logo de Harvard gárgolas diseñaba: huecos ausentes por poca memoria o mejor pensamiento que dejaba Gaudí en Sagrada Familia. Me siento empleado de un Banco de Sangre, de la familia clásica fue mi último análisis: la imagen, no por su uso gastada, del padre, la madre, el hermano y la hermana. 

En mil pruebas que hice de contrastes semánticos, reflexiones y espejos en los más ciegos puntos donde dejan las palabras de serlo, logré inductivas muestras de senos y cosenos mezclándose dorados, y persiste indiscutible resultado: ante imagen o texto que muestre al hermano de edad y tamaño mayores que su hermana, se perpetúa un símbolo de poder masculino, y algo grave representa lo eterno e inmóvil de mi descubrimiento en imagen alguna que de esto en lo adelante se presente en la Tierra. 

A mi puerta un mar de periodistas, académicos, sociólogos insisten, suplican qué ahora hacer recomiendo, que por mi culpa entienden una causa escondida, que he revolcado mucho el avispero. Les digo: 

“No sabe ingeniero arreglar el reloj que ha creado, tal vez muelles reemplazando no son buenos sus dedos, por la cosa pequeña que, como las galaxias, pero al revés, agita el mismo efecto, tal vez el muelle en su enredada metálica expresión produce un levante de pieles en el centro emisor de la emoción más pura que podamos sentir, trastocando la idea de que es bella la vida. Yo presento los hechos, soluciones no anhelo: mecanismo malsano cual boca de sujeto que reacciona de igual modo ante un beso, o tocar la flauta porque existe el viento, si nadie ha demostrado que, respectivamente, el sentir o la música redefinan el tiempo”.

Siguen llegando, en persona y por cartas, nerviosos tras la idea caligráfica, y a insistentes imágenes de hermana que hermano mayor siendo todo el mundo se vuelca, exageran edad y tamaño, logran ciclos viciados en el falso culto de lo inverso, y no aceptan, perversos, que no haya yo razón aún ofrecido que se sostenga por más de dos inviernos de qué pasa si la hermana es mayor, ambos tamaño y tiempo, relativo al par poder y sexo. 

Dicen no lo he estudiado mucho, se ilusionan en eso, ¡si lo he hecho mil veces y cada vez me piden que revise!, que cómo puedo yo estar cierto de que no existan datos estirados al máximo que ofrezcan decisión unánime al respecto, razones careciendo, y me acosan, me ofrecen que por fin me decida, me acusaron tres gordas hace ya diez congresos, casi con rabia en la mirada, cual si de mí dependiera todo eso y algo no fuese que atisbé entre semas como encontrar belleza en una piedra. Vienen de Coca-Cola a ofrecerme refrescos enormes y refrescos eternos, que a cambio certifique que cumplen comerciales normas bergaminescas al mostrar a un hermano que la hermana mayor, espacio y tiempo, que nadie los demande en las íntimas bases de la más ciencia cierta, mas no tomo refrescos, rechacé la burbuja hace tiempo, afuera vivo, con prolapsado recto si menester hubiera, que el picante alejase y mucho duela si de modo simbólico aunque fuera ayude a mantenerme lejos de acción perversa: juntar la causa con la consecuencia.




Hipos de Leinier Domínguez - Javier Marimón

Hipos de Leinier Domínguez

Javier Marimón

Partida final de Leinier Domínguez y Timur Gareyev. Hacerlo era cuestión de tiempo, más tras saber lo que estoy por contar. Lo haré, y al final dirán si fue o no buena decisión, mas no borrará el haberme decidido. Quienes me desdeñen luego por eso, corren el riesgo de acumular ese sentir.


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