El primer llamamiento de un movimiento fascista, o prematuramente fascista, es contra los intrusos.

El primer llamamiento de un movimiento fascista, o prematuramente fascista, es contra los intrusos.
Veterano, ‘honorably discharged’, súbito huérfano, Basil estudió Turismo en el Miami Dade Community College. Hizo trabajos de ‘security guard’ y obtuvo una licencia para portar armas.
En el planeta Linkgua viven Don Quijote, Lezama y Ernesto Guevara, Lorca, Bernal Díaz, Vitruvio, los personajes de los Evangelios Apócrifos, los dioses de Lydia Cabrera y Ludwig Wittgenstein.
Por fin cedo y me abro a su aliento, a su saliva. Y el paisaje cambia, como si todo estuviera más destruido y más triste.
El muy parcial enfoque que se alienta desde los olimpos culturales hace dudar de la sinceridad del remordimiento blanco.
La profesora entró al aula y dijo como si fuera lo más natural del mundo: “Se nos ha ido el hombre más grande de la humanidad”. Se nos ha ido, dijo.
La L de lengua. La L de locos. La L de labios. La L de lamentación. La L de ʻlárguenseʼ.
La censura es un trago amargo que no desciende del esófago.
A golpes de semicírculo y cartabón, destruir había sido un placer matemático. Geometría de la represión, reflejada en las sonrisas sin espanto de nuestros padres.
¿Cuántos humanos, cuasi cucarachas, andan por ahí como si nada, sin ser conscientes de ello? Y todos aplauden.
Cada cubano lleva en su alma no sólo a una bayamesa gentil, sino también el fantasma aglutinador de una ocupación armada. Ese espectro nos identifica. Es el crisol secreto de nuestra cubanidad.
‘Distintos modos de contar ovejas’ es una entrega de la serie ‘Epizootia’, una columna de la artista Camila Ramírez Lobón en ‘Hypermedia Magazine’.
“No la interrumpo / dejo que pinte / todo / lo que se vuelve tangible./ Me asusto / y respiro / para saber / si aún / soy espesor”.
Tribunal federal vota a favor de que hasta 30.000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela puedan entrar en los Estados Unidos cada mes.
Ana Vera Palomino (Lima, 1981). Comunicadora, escritora, gestora cultural, tallerista y fotógrafa. Ha publicado el poemario ‘Ausencias’, el fotopoemario ‘Memoria imagen’ y el libro-álbum ‘Poesía animal’.
La protesta de Aaron Bushnell pone de relieve la historia de la autoinmolación como forma de disidencia política.
30 bebés prematuros, que se encontraban en el hospital Al Shifa, de Gaza, fueron evacuados con urgencia a Egipto para recibir atención.
Más de un millón de personas se manifiestan en Madrid contra el gobierno de Pedro Sánchez, en protesta por su ley de amnistía y las amenazas contra el Estado de Derecho.
Luego de la película, ¿íbamos a tener un diálogo honesto para conocer otra cara de la realidad cubana?
Esta ciudad dice ansiar cambios, pero nunca los espera. Se asusta ante cualquier hecho violento que le remueva su zona de confort. Está preparada para actos rutinarios que definen el actuar diario de sus gentes: la voz alzada y la crítica banal y estéril. La libertad a medias es el panegírico que espera esta ciudad. Ni siquiera la esperanza.
Nadie decide enfermarse de coronavirus, pero la decisión de a quiénes, cómo y cuándo se les ha de administrar los recursos indispensables para la subsistencia es, indudablemente, un acto ético y político de la mayor relevancia. Este acto se realiza desde criterios de selectividad y, por lo tanto, de exclusión sobre vidas que previamente han sido signadas por la violencia.
En diálogo, tierra adentro, con el escritor Emerio Medina.
Dibujos, infinidad de collages recreando escenas, esculturas laboriosas: un espacio de acción vivida que le permite repasar episodios atrapados en su memoria.
“Mi práctica consiste en ir todos los días a trabajar a mi estudio. Esa es la musa. Me considero un escultor contemporáneo, aunque quizás con las mismas preocupaciones existenciales que mis antecesores. Me definen sobre todo la curiosidad y la búsqueda, por lo que considero cada obra como un experimento visual”.
Susan Sontag afirmó que “el momento oportuno llega cuando se pueden ver las cosas de un modo nuevo”. Me permito enlazar estas palabras con la génesis de un proyecto que este mes de mayo celebró su primer aniversario de fundado: el South Florida Latin American Photography Forum (SoFLaFoto).