En su programa nocturno de televisión, el presidente venezolano Nicolás Maduro calificó a la ExxonMobil de “brazo imperial del petróleo”.

En su programa nocturno de televisión, el presidente venezolano Nicolás Maduro calificó a la ExxonMobil de “brazo imperial del petróleo”.
Muchos cubanos desconocen que en 1870 casi nos volvemos parte del imperio alemán que Bismarck cocinaba en Europa.
Le encantaba disfrutar de la lozanía de mi carne, blanca, firme, inundar su boca de esos olores que emanan de un sexo joven.
Estos creadores se suman a los quince artistas encarcelados a lo largo de todo el país, por los que sostenemos una campaña de liberación.
“Al matar a Alexei, Putin mató la mitad de mí… Pero aún conservo la otra mitad, y eso me dice que no tengo derecho a rendirme”.
“La libertad es una fuerza transformadora que ha demostrado tener la capacidad de hacer realidad sueños que, hasta hace poco, eran patrimonio exclusivo de la ciencia ficción”.
¿Cómo era el día a día de Alexei Navalny en la prisión “Lobo Polar”? ¿Qué se sabe de su muerte? ¿Qué es el “síndrome de la muerte súbita rusa”?
Con su novela ‘Siempre es bueno verte’, editada por Traveler en Madrid, el poeta Sergio de los Reyes llega a la narrativa con los deberes hechos.
La audacia de Navalny para enfrentarse a la corrupción del Kremlin quedó personificada con la publicación de “El palacio de Putin. La historia del mayor soborno del mundo”.
“Tratar de dialogar tiene un precio en Cuba. No creo en ese diálogo, nunca te pondrán de igual a igual… Pero aun así siento la necesidad de seguir pidiendo el diálogo. Si tuviera que volver a sentarme frente al Ministerio de Cultura para que seamos escuchados, lo volvería a hacer”.
La población tiene un miedo tal que ni siquiera maneja la opción de una manifestación pacífica, en la que no solo intervengan artistas, intelectuales o periodistas independientes. Una marcha de brazos caídos a lo Gandhi, por ejemplo. No es suficiente la cuota elevada de estrés motivada por medidas impopulares.
Al dialogar con la obra de ficción del cineasta cubano Juan Carlos Tabío (1943-2021), se aprecian dos grandes motivos, casi verdaderas obsesiones creativas: Cuba y el cine. Constante estilística, y quizás algo empecinada, resulta también la comedia como expresión de choteo cubano.
“Ojalá se pudiera leer y escuchar todo lo que tengo que decir en una plataforma de diálogo libre y democrático, como debería ser. Dicen que todo hombre debería escribir un libro; yo pienso que todo cubano necesita hacer un blog para expresar lo que piensa. Sería saludable para todos”.