Lo que hay que ver en las primarias de New Hampshire.

El modernismo cubano está huérfano de poesía religiosa. En la obra de sus dos figuras cimeras no encontramos ni un solo verso que se acerque a este tema. Y con esta carencia inauguramos el siglo XX.
A Pasolini le habría resultado extraño un pensamiento de izquierda que cada vez parece más alejado de la vocación marxista, es decir, de asuntos como las clases y larealidad económica.
Una parte considerable de la herencia cultural inmueble del país está a tiempo de ser rescatada, pero se trata de una realidad inmersa en el caos generalizado que es hoy Cuba.
El traslado de inmigrantes a ciudades como Denver por parte del gobernador de Texas, Greg Abbott, desata la polémica, en medio de las crecientes tensiones políticas y sociales.
La respuesta de EE. UU., dirigida a socavar la fuerza militar de los hutíes, podría enredar inadvertidamente a Washington en otro complejo conflicto de Oriente Próximo.
Ian Padrón (La Habana, 1976). Cineasta, director y guionista. Entre otros ha realizado el polémico documental sobre el beisbol ‘Fuera de liga’ y el largometraje de ficción ‘Habanastation’. Su pasión por la pelota lo ha llevado a ser parte de la Federación Profesional Cubana de Béisbol (FEPCUBE).
Fefita me esperaba en el solar y éramos felices. Cuando nos cansábamos de templar, entonces le hablaba de literatura. Nunca se había leído un libro. Todo le parecía aburrido, demasiado lindo y falso.
En la mañana del 19 de enero de 2024, Wilber Aguilera Bravo, padre del preso político Walniel Luis Aguilar Rivera, entregó en la Asamblea Nacional una petición oficial para una Ley de Amnistía. Tú también puedes firmar.
Cuba merece muchas cosas. Podría empezarse por el derecho a una cerveza nacional fría, buena y compartida con un amigo. Entre esa cerveza y el cubano, se interpone solamente el deseo, claro que acechado por la Seguridad.
Debes aprender a controlar la ira, eso me dice el Innombrable. Claro, él no tenía que lidiar con la flaca. Pero algo se logró, hasta ahora al menos. Aprendí que era preferible contar hasta diez, hasta quince, hasta treinta; terminar dándole un beso en la frente a la flaca, antes que incrustar contra la pared su preciosa cara de ausencia.
En 2015 comencé a experimentar lo que hoy es un fenómeno que ya nadie puede obviar: una polarización que rige el mundo de la política y de la cultura. Esta ola empobrece los debates. La fuerza que han tomado las ideas extremas ha tenido serias consecuencias para las democracias.
“Dios todopoderoso, ahora sí se formó”, exclama mi vecina. Y horas después yo le digo que viene lo que viene y se junta con lo que ya vino y se asentó como un sarro petrificado: pequeñas, grandes y sucesivas hecatombes financieras, pactos invisibles, tejemanejes nauseabundos, oportunismos de una impavidez inconcebible.