La economía de Cuba continúa sumida en una profunda crisis, agravada por los fracasos de las estrategias del Gobierno para revitalizarla. Las tres principales apuestas del Gobierno cubano —el turismo, la inversión extranjera, y el fomento del incipiente sector privado— no han logrado los resultados esperados, según economistas cubanos entrevistados por EFE.
El país, que ya sufría una crisis económica desde hace tres años, enfrenta desafíos adicionales como la crisis de combustible, apagones frecuentes, inflación elevada, y dificultades en el acceso a productos básicos y efectivo. Estos problemas son el resultado de factores como la pandemia de COVID-19, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses, y errores en la política económica y monetaria del país.
El turismo, tradicionalmente una fuente importante de ingresos para Cuba, ha sido insuficiente para sacar a la economía del abismo. La competencia regional, infraestructuras degradadas, y servicios deficientes han hecho que el sector turístico sea especialmente vulnerable. A pesar de los esfuerzos para atraer visitantes, la ocupación hotelera en el primer semestre solo alcanzó el 27 %, muy por debajo de las metas gubernamentales.
En cuanto a la inversión extranjera, ha habido poca mejora respecto al año anterior. Los expertos señalan la falta de garantías y transparencia como obstáculos principales para atraer inversores. A pesar de la apertura a la inversión de la comunidad cubano-americana, no se ha visto un respaldo significativo desde Washington.
El sector privado, aunque ha visto un crecimiento con la autorización de pequeñas empresas desde 2021, también enfrenta limitaciones. Las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPYMES) han sido incapaces de ejercer un impacto significativo en la economía debido a su tamaño limitado y restricciones geográficas y sectoriales.
Esta situación económica crítica ha llevado a un agotamiento social y generacional, marcado por una migración sin precedentes, especialmente de jóvenes profesionales, y un aumento de la desigualdad económica. Los expertos advierten que los cubanos, especialmente los jóvenes, han perdido la esperanza y el compromiso con el proyecto del país.
¿Qué opinan los economistas?
Consultados por EFE, los economistas cubanos Omar Everleny, Mauricio de Miranda y Tamarys Bahamonde ofrecen perspectivas clave sobre las reformas necesarias para la recuperación económica de Cuba.
- Omar Everleny, Doctor en Economía, es un experto reconocido en la economía cubana. Propone que Cuba adopte un modelo de socialismo de mercado, similar al de Vietnam, que ha logrado avances significativos partiendo de una situación desfavorable. Everleny enfatiza la necesidad de cambiar la concepción actual de la gestión económica en Cuba, sugiriendo un enfoque más abierto y diversificado.
- Mauricio de Miranda, profesor en la Universidad Javeriana de Cali, Colombia, y experto en economía latinoamericana, argumenta que el problema fundamental de Cuba no es solo económico, sino también institucional y político. De Miranda cree que, para superar la crisis, Cuba necesita reformas sustanciales que transformen no solo su economía, sino también su sistema político, subrayando la importancia de un enfoque más transparente y autónomo.
- Tamarys Bahamonde, candidata a doctora en Políticas Públicas y Administración Pública en la Universidad de Delaware, EE.UU., analiza la disyuntiva a la que se enfrenta el Gobierno cubano en términos de poder político y económico. Sugiere que, si el objetivo es mantener el poder político y la continuidad del Partido Comunista, se debe permitir cierta liberalización en el sector económico. Bahamonde aboga por una implementación gradual de las reformas para minimizar los efectos adversos en la población.
Medidas en conjunto, que, aunque proponen un enfoque multidimensional para las reformas en Cuba, contemplan al actual gobierno como un factor inamovible durante cualquier cambio, lo que coloca sus puntos de vista en ángulos de profundo pragmatismo o aquiescencia.
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