La crisis de apagones de Cuba afecta a más del 33% de la demanda energética

Cuba se enfrenta actualmente a una grave crisis eléctrica, ya que los frecuentes cortes de electricidad afectan a más del 33% de la demanda de energía, ensombreciendo la economía de la nación y alimentando el malestar social. La economía, que se contrajo entre un 1% y un 2% en 2023, se ve ahora aún más afectada por la inestabilidad del sector energético.

La empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) ha informado de que se prevén apagones simultáneos en hasta el 22% del país debido a averías, al mantenimiento rutinario de las centrales eléctricas y a una agobiante escasez de combustible. Este índice de interrupciones es, sin embargo, el más bajo de los últimos cinco días, durante los cuales los cortes de electricidad afectaron a una media del 33% de la demanda máxima, lo que repercutió gravemente tanto en las industrias como en los hogares.

Después de años de lucha por asegurar un suministro estable de energía, en particular durante los veranos de 2021 y 2022, Cuba había visto un período de estabilización en los últimos meses. Sin embargo, el comienzo del nuevo año ha sido testigo de caídas significativas en la capacidad de generación. La UNE, dependiente del Ministerio de Energía y Minas, proyecta una capacidad de generación de 2.180 megavatios (MW) frente a una demanda pico de 2.700 MW. El resultado es un déficit de 520 MW y una interrupción real de 590 MW en las horas punta.

El sistema eléctrico cubano se encuentra en un estado precario, empañado por frecuentes fallos y averías de sus anticuadas centrales eléctricas terrestres debido a la crónica falta de inversión y mantenimiento. La escasez de divisas del Estado también ha dificultado la importación de combustible, lo que ha afectado aún más a la producción de energía.

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